VALENCIA. CaixaBank (CABK) presentará sus resultados empresariales antes de la apertura bursátil de este viernes 5 de mayo. Y lo hará en plena senda bajista en el parqué tras encadenar cuatro sesiones en negativo, siguiendo así los pasos del Ibex 35. Sin embargo, tal y como se observa en el gráfico, tomando los máximos anuales marcados el pasado 6 de marzo, las acciones de la entidad domiciliada en València se han dejado en el camino un 18%. Así se explica que al término de la jornada de este jueves acusara una caída anual del 7,80%, que contrasta con el 'subidón' del 52,11% durante 2022 donde fue el mejor valor dentro del barómetro de la renta variable española.
El banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri ha reducido su capitalización en lo que va de ejercicio hasta los 25.536 millones de euros. Sin embargo, se mantiene en el 'Top 10' del índice selectivo y concretamente en el octavo puesto a caballo entre Cellnex Telecom (25.889 millones) y Telefónica (23.042 millones). Asimismo, la caída de las tres últimas jornadas no está viniendo acompañada de un elevado volumen de contratación sino más bien todo lo contrario. De hecho no ha logrado superar en ninguna de ellas los 17,27 millones de títulos de su media diaria anual, según datos de Infobolsa.
Y no solo eso sino que el precio medio objetivo de los 19 analistas que siguen a CABK es de... ¡4,68 euros por acción! O lo que es lo mismo: prácticamente un 48% por encima del cierre de la penúltima sesión de la semana en curso. Así lo recoge la web de MarketScreener donde hasta nueve firmas recomiendan 'comprar', tres 'sobreponderar' y siete 'mantener'. Los que tienen una operación contraria son los sempiternos bajistas de Marshall Wace, que mantienen unos cortos del 0,51% en el capital de CABK desde el pasado 14 de abril como lo ha constatado este diario de la base de datos pública de la CNMV.
Precisamente ante el organismo supervisor español informaba ayer el gigante mundial de la inversión BlackRock que ha reducido ligeramente su posición en CaixaBank. Concretamente lo ha hecho desde el 5,017% hasta el 4,994%. Pese a ello se mantiene como el tercer accionista de referencia por detrás de CriteriaCaixa (30,01%) y Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), con el 16,11%. El mismo que seguirá en su accionariado hasta diciembre de 2025, tal y como anunció en la víspera de la Nochebuena de 2022.
Ni que decir tiene que como el resto de los bancos que ya han presentado sus resultados trimestrales, la entidad dirigida por Gonzalo Gortázar acusará en sus cuentas el impuesto temporal que aprobó el Gobierno sobre los ingresos de la banca. En este sentido los analistas de Renta 4 Banco prevén un beneficio neto trimestral de 592 millones, es decir, un 16,27% menos que el obtenido entre enero y marzo de 2022, cuando alcanzó los 707 millones (+21,9%).
Gortázar señaló entonces que "después de haber completado prácticamente el 90% de las integraciones de oficinas y de las salidas de empleados previstas, podemos focalizarnos cada vez más en el crecimiento del negocio". Lo hizo subrayando la apuesta de la entidad por la inclusión financiera, ya que "CaixaBank dispone de la red comercial más extensa del sector y es la única entidad bancaria en 471 poblaciones a cierre de marzo y tiene presencia en más de 2.200 municipios en España".
A lo largo de los tres primeros meses del pasado ejercicio, CABK logró consolidar su fortaleza comercial y financiera pese a la volatilidad de los mercados y la incertidumbre por la invasión de Ucrania, con una muy positiva evolución de la concesión de nuevo crédito y de captación de ahorro a largo plazo, especialmente, fondos de inversión y seguros. Además, se produjo una significativa evolución interanual de la nueva producción de los seguros MyBox impulsada por los productos de no vida (+71%).
Sin embargo, y además del impuesto a la banca, CaixaBank tendrá que lidiar también -como el resto del sector- con la delicada situación de cada vez más entidades a ambos lados del charco. En este sentido, ayer jueves se desplomaban en bolsa los bancos regionales americanos PacWest y Western Alliance. Lo hacían en medio de informaciones que apuntan a la búsqueda de alternativas estratégicas, incluyendo la potencial venta de la totalidad o parte de sus respectivos negocios.