VALENCIA (EFE). La junta de accionistas de CaixaBank ha aprobado este viernes la nueva política de remuneraciones del consejo de administración con la abstención del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), han explicado a Efe fuentes cercanas a la entidad. El Estado, que a través del FROB posee el 16 % de CaixaBank, votó el pasado año en contra de la política de retribuciones del banco durante su primera junta como accionista, mostrando así su oposición a los sueldos de la cúpula directiva. Este año, en cambio, el Estado ha decidido abstenerse en la votación del punto 10 del orden del día, correspondiente a la aprobación de la política de remuneración, que finalmente ha alcanzado un 'quorum' del 98 % si se tienen en cuenta los votos a favor y las abstenciones.
CaixaBank, que ha celebrado su junta en Valencia, donde tiene su sede social, ha logrado sacar adelante todos los acuerdos sometidos a votación, entre ellos el referente a la política retributiva y la entrega de acciones a favor de los consejeros ejecutivos como pago de los componentes variables de la retribución. También ha sido aprobado el nivel máximo de retribución variable para los empleados cuyas actividades profesionales inciden de manera significativa en el perfil de riesgo del banco. El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha explicado, durante su intervención en la junta, que la nueva política de remuneraciones de los consejeros "simplifica y da claridad al modelo de retribución variable, manteniendo los límites de la remuneración global".
Así, contempla un mantenimiento de sus retribuciones para este ejercicio 2022 y amplía de uno a tres años el período de limitación para los consejeros ejecutivos para la transmisión de acciones. En el futuro, además, cualquier incremento retributivo de los consejeros deberá contar siempre con la aprobación previa de la junta de accionistas. Estas remuneraciones, ha comentado Goirigolzarri, se fijarán "en base a los principios de la propia política, la evolución de la compañía y un compromiso permanente con todos los accionistas o grupos de interés".
La junta ha acordado también el reparto de un dividendo con cargo a los beneficios de 2021 de 0,1463 euros por acción, que se hará efectivo a partir del 20 de abril. En total, la entidad abonará a sus accionistas 1.179 millones de euros en dividendo, importe que equivale al 50 % del beneficio neto consolidado ajustado por los impactos extraordinarios de la fusión con Bankia.
Asimismo, los accionistas han dado luz verde a la reducción del capital social de CaixaBank hasta un importe máximo correspondiente al 10 % mediante la amortización de acciones propias que se adquieran en el marco de un programa de recompra de acciones que la entidad quiere implantar durante 2022. La cifra definitiva de la reducción de capital quedará fijada por el consejo de administración, dentro del límite máximo señalado, en función del número definitivo de acciones que se adquieran. La junta también ha respaldado la reelección de Tomás Muniesa como vicepresidente y consejero dominical, y de Eduardo Javier Sanchiz como consejero independiente, en ambos casos por un periodo de cuatro años.