La operación, que ha durado varios meses, ha estado liderada por el Grupo de Investigación de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Policía Nacional en Elche (Alicante), con la colaboración del Cuerpo de Policía Local de Crevillent, según ha indicado la Policía Nacional en un comunicado.
En el centro de esta operación y como principal investigado se encontraba un individuo residente en Crevillente, quien presuntamente desempeñaba un "papel clave" como intermediario entre empresas de compra-venta de vehículos de segunda mano e importación, talleres de la zona y una Estación de ITV en Santomera.
Su participación supuestamente abarcaba desde la supervisión de inspecciones fraudulentas dentro de la propia estación de ITV, hasta la revisión de documentos. El hombre incluso llegaba a tener conexiones con propietarios de vehículos particulares con deficiencias, a los cuales cobraba para conseguir un resultado positivo en la inspección del vehículo en la estación.
En el transcurso de la investigación y hacia la primera quincena del mes de junio, los agentes adscritos al Grupo de Investigación de la Brigada de Extranjería y fronteras de Elche centraron la ubicación de uno de esos vehículos investigados, que recientemente habría pasado una presunta Inspección Técnica de Vehículo con resultado favorable, pero de manera fraudulenta.
Los investigadores interceptaron al conductor del vehículo y, alegando el mal estado visible y ostensible del mismo, acompañaron a su conductor hasta otra ITV de la localidad de Elche, donde el vehículo fue objeto de una pequeña inspección técnica. Fruto de dicha inspección, se pudo concluir que ese vehículo presentaba un total de 15 fallos distintos de carácter grave, cuando con tan solo uno de ellos el vehículo no debería de pasar la Inspección.
Las diligencias realizadas por parte de la Policía Nacional revelaron la presunta "colaboración estrecha" entre el principal investigado y varias empresas de compra-venta de vehículos de Crevillent. Estas empresas adquirían para su venta vehículos con deficiencias graves o sin la documentación necesaria para su matriculación en España y posterior venta, lo que contribuía al entramado delictivo.
La metodología operativa delictiva del principal investigado se consolidó a lo largo de al menos dos años, durante los cuales se estima que aproximadamente 5.000 vehículos fueron sometidos a inspecciones favorables de manera fraudulenta, lo que representaba un "riesgo potencial" para la seguridad vial. La investigación concluyó que algunos de estos vehículos se desplazarían desde ciudades como Granada, Almería, Valencia o Albacete.
9.000 euros decomisados
La investigación concluyó el pasado día 28 de noviembre, con el registro e inspección de una de las Estaciones que tiene concedida la Inspección Técnica de Vehículos en la localidad de Santomera, así como dos empresas de compra-venta de vehículos de segunda mano en la localidad de Crevillent.
Los agentes han detenido a trece personas, de los que siete eran empleados de la Estación de ITV, incluyendo directores técnicos, ingenieros y técnicos especializados. El resto de detenidos fueron localizados en distintas localidades como Molina de Segura (Murcia), Crevillent y Elche. Los detenidos, varios con antecedentes penales, tienen comprendidos entre los 32 años y los 68 años.
Además de las detenciones, se decomisaron 9.000 euros en efectivo, documentación vinculada a los delitos investigados y una máquina troqueladora de matrículas.
El operativo también ha incluido inspecciones en más de 200 vehículos en los establecimientos de compra-venta objeto de investigación, que resultó en la inmovilización de algunos de ellos por parte de la Policía Local de Crevillent debido a la falta de documentación.
Eliminaba fallos de los coches
La inspección llevada a cabo el pasado día 28 de noviembre en la Estación ITV destapó la "inusual relación" que el principal investigado mantenía con la empresa, así como con los encargados y trabajadores. En el registro los investigadores de la Policía Nacional encontraron una taquilla que era utilizada exclusivamente por el principal investigado, el cual no era trabajador asalariado de la estación.
En el interior de la taquilla hallaron un dispositivo OBD (On Board Diagnostics), que era utilizado por este para eliminar electrónicamente los fallos que los "vehículos corruptos" daban en la compleja maquinaria utilizada en este tipo de estaciones y así poder seguir con la inspección de manera favorable.
Las actuaciones fueron puestas en conocimiento del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Elche, aunque algunos de los detenidos fueron puestos a disposición de los Juzgados de Murcia y Molina del Segura.
Todos los detenidos enfrentan cargos que van desde pertenencia a organización criminal, delitos contra la Administración pública, falsedad documental hasta delitos contra la seguridad vial, incluyendo estafa al gerente del taller investigado.