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Supone un ahorro de 250 millones de euros al año 

Bruselas quiere acabar con la frustración de los europeos con un cargador universal para teléfonos

La UE elige el cargador de Android como el cargador común para todos los teléfonos móviles, tablets y portátiles

23/09/2021 - 

BRUSELAS. La puesta en escena fue simple pero convincente. El comisario Thierry Breton salía a la palestra en la sala de conferencias para prensa de la Comisión Europea en Bruselas (Bélgica), con dos móviles en la mano. Lo mostró al público presente y explicó: “Aquí tengo el teléfono móvil del trabajo, el que me facilita la Comisión. Y en la otra mano, tengo mi movil particular. Ambos son distintos y también los conectores para el cargador, con las  molestias que suponen viajar o moverse por la ciudad con dos cargadores o más, si incluimos la tablet o el portátil. Esto se va a acabar”.

Con diez años de retraso y castigando a Apple, la Comisión Europea ha propuesto hoy un cargador universal, común para todos los dispositivos electrónicos, ante las molestias y la impotencia que los ciudadanos experimentan debido a las diferencias e incompatibilidades entre los cargadores de teléfonos móviles y computadores portátiles. La Unión Europea (UE) ha elegido que sea el calentador de Android, lo que supone un castigo para la compañía de la manzana, que incluso cambia el cargador entre sus modelos y dispositivos. El objetivo es doble. Por un lado, pretende reducir de un tirón la frustración de los consumidores y, de otro, los residuos electrónicos

Tras años trabajando en la UE con este sector, se ha logrado reducir el número de cargadores de teléfonos móviles de 30 a tres en la última década, pero no pudo conseguirse una solución completa. Ahora, la Comisión presenta legislación a fin de establecer una solución común de carga para todos los dispositivos pertinentes.

Con la última propuesta de revisión de la Directiva sobre equipos radioeléctricos, se armonizarán el puerto de carga y la tecnología de carga rápida. El USB-C se convertirá en el puerto estándar para todos los teléfonos inteligentes, tabletas, cámaras, auriculares, altavoces portátiles y videoconsolas portátiles. Además, la Comisión propone la venta por separado de los cargadores y los dispositivos electrónicos. Esto aumentará la comodidad de los consumidores y reducirá la huella ambiental que supone producir y eliminar cargadores, apoyando así las transiciones ecológica y digital.

Uno solo e intercambiable

Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva para una Europa Adaptada a la Era Digital, ha declarado que “los consumidores europeos ya han experimentado suficiente frustración por los cargadores incompatibles que se acumulan en sus cajones. Hemos dado un amplio plazo al sector para encontrar sus propias soluciones y ha llegado la hora de emprender una acción legislativa en favor de un cargador común. Esto supone un importante éxito para nuestros consumidores y medio ambiente, y se ajusta a nuestras ambiciones ecológicas y digitales».

Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, ha manifestado que, “conforme aumenta el número de dispositivos, cada vez se venden más cargadores que no son intercambiables ni necesarios. Vamos a poner fin a esta situación. Con nuestra propuesta, los consumidores europeos podrán utilizar un único cargador para todos sus dispositivos electrónicos portátiles”.

La Comisión ha presentado unas propuestas técnicas que serán reguladas por ley. En primer lugar, un puerto de carga armonizado para los dispositivos electrónicos. El USB-C será el puerto común, lo que permitirá a los consumidores cargar sus dispositivos con el mismo cargador USB-C, independientemente de la marca del dispositivo. La armonización de la tecnología de carga rápida ayudará a evitar que los distintos fabricantes limiten injustificadamente la velocidad de carga y contribuirá a garantizar que la velocidad de carga sea la misma cuando se utilice un cargador compatible para un dispositivo.

Residuos de mil toneladas anuales

La venta por separado de los cargadores y los dispositivos electrónicos permitirá a los consumidores adquirir un nuevo dispositivo electrónico sin un cargador nuevo. Con ello se limitará el número de cargadores no deseados adquiridos o sin utilizar. Se calcula que, al reducir el número de cargadores nuevos que se producen y eliminan, la cantidad de residuos electrónicos disminuirá en casi 1.000 toneladas anuales.

Los fabricantes tendrán que facilitar información pertinente sobre el rendimiento de carga, incluida información sobre la potencia requerida por el dispositivo y si admite carga rápida. Esto facilitará que los consumidores comprueben si los cargadores que ya tienen cumplen los requisitos de su nuevo dispositivo o les ayudará a seleccionar un cargador compatible. Junto con las demás medidas, esta acción podría contribuir a que los consumidores limiten el número de nuevos cargadores adquiridos, y les ayudará a ahorrar 250 millones de euros al año en compras innecesarias de cargadores.

La revisión de la Directiva sobre equipos radioeléctricos forma parte de una acción más amplia de la Comisión para abordar la sostenibilidad de los productos, en particular de los aparatos electrónicos en el mercado de la UE, que será el foco de atención de una futura propuesta sobre productos sostenibles. El Parlamento Europeo y el Consejo deben adoptar ahora la propuesta derevisión de la Directiva sobre equipos radioeléctricos, cuya norma tendrá un período de transición de 24 meses a partir de la fecha de su adopción.

Para llegar a tener un cargador común es necesaria una interoperabilidad plena en ambos extremos del cable: el dispositivo electrónico y la fuente de alimentación externa. La interoperabilidad del dispositiva, que representa el mayor reto, se logrará mediante esta propuesta. El reexamen del Reglamento de la Comisión sobre diseño ecológico abordará la interoperabilidad de la fuente de alimentación externa. Este se pondrá en marcha a finales de este año para que su entrada en vigor pueda alinearse con la propuesta de hoy.

Adiós al desorden de cables en la mochila

El Parlamento ha venido reclamado este cambio desde hace años. La presidenta de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor del Parlamento, Anna Cavazzini (Verdes/ALE, DE),  ha declarado que, “durante la última década, el Parlamento Europeo ha presionado para que la Comisión presente una propuesta de cargador común con el fin de abordar los residuos electrónicos, facilitar la vida a los consumidores y empoderarlos para tomar decisiones sostenibles”.

Esta iniciativa incluye muchos elementos que son importantes para nuestra comisión, como la armonización del punto de tarificación que permite el buen funcionamiento del mercado interior, un alto nivel de protección del consumidor y la reducción de los residuos electrónicos. Finalmente, dijo, “podremos deshacernos del desorden de cables en nuestros cajones. Ya estábamos hartos de tener el cable de carga equivocado en nuestra mochila. Los cables de carga uniformes ayudarán a los consumidores a ahorrar dinero y los recursos del planeta”.

Los equipos eléctricos y electrónicos siguen siendo uno de los flujos de residuos de más rápido crecimiento en la UE. “Es particularmente importante que las normas propuestas se apliquen no solo a los teléfonos inteligentes, sino también a las tabletas y otros dispositivos móviles, como solicitó el Parlamento”, añade la eurodiputada. El Parlamento trabajará ahora en esta propuesta legislativa.

Ventas de 420 millones de móviles en 2020

En 2020, se vendieron aproximadamente 420 millones de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos portátiles en la UE. Por término medio, los consumidores poseen unos tres cargadores de teléfonos móviles, de los cuales utilizan dos de forma regular. A pesar de ello, el 38 % de los consumidores afirma haber tenido problemas al menos una vez para cargar su teléfono móvil debido a la incompatibilidad de los cargadores disponibles.

La situación no sólo causa molestias, sino que también resulta costosa para los consumidores, que gastan aproximadamente 2 400 millones de euros al año en cargadores sueltos que no se venden junto con sus dispositivos electrónicos. Además, se calcula que los cargadores eliminados y no utilizados representan 11 000 toneladas anuales de residuos electrónicos.

Para hacer frente a los retos para los consumidores y el medio ambiente, la Comisión lleva apoyando una solución común de carga para teléfonos móviles y dispositivos electrónicos similares desde 2009. Primero, la Comisión facilitó la celebración de un acuerdo voluntario por parte del sector en 2009, que dio lugar a la adopción del primer memorando de entendimiento y a una reducción del número de soluciones de carga existentes en el mercado para teléfonos móviles de treinta a tres. Tras la expiración del memorando en 2014, el sector presentó una nueva propuesta en marzo de 2018, la cual no se consideró satisfactoria para conseguir una solución común de carga ni para satisfacer la necesidad de aumentar la comodidad de los consumidores y de reducir los residuos electrónicos.

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