MADRID (EP). La Comisión Europea ha propuesto este miércoles una directiva que asegure el tipo mínimo efectivo del 15% para grandes empresas, además de medidas para eliminar las empresas pantalla, en un paso que busca situar al bloque europea a la cabeza en la reforma fiscal global
La iniciativa de Bruselas recoge el compromiso de la Unión Europea con la reforma pactada en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que incluye un tipo mínimo de Impuesto de Sociedades a nivel global del 15%. El objetivo es tener un marco fiscal transparente, equitativo y estable.
"No introducimos una armonización fiscal en la UE, sino que establecemos un suelo para que al menos haya un tipo efectivo mínimo. Las diferencias seguirán estando dentro de la UE, pero no podemos aceptar la idea de que la competencia empresarial sea una carrera a la baja", ha indicado el comisario de Economía, Paolo Gentiloni.
En este sentido, la propuesta de directiva afectará a grandes compañías, tanto nacionales como multinacionales, y del sector financiero, con ingresos de más de 750 millones y con una filial o empresa subsidiaria en algún Estado miembro de la UE.
Sobre el funcionamiento concreto, se aplicará un complemento tributario en caso de que el tipo mínimo no sea aplicado por el Estado miembro en el que se establezca la empresa. Existen provisiones para garantizar que las autoridades nacionales aplican este "complemento" tributario.
La norma busca que el pago de impuesto sea efectivo también en casos en los que las filiales de las compañías se encuentren en un paraíso fiscal fuera de la Unión, donde no se aplique reglas equivalentes.
El plan de Bruselas, que tiene que ser ahora adoptada por los Veintisiete, establece una exención a las empresas para el pago del impuesto complementario una cantidad de ingresos que sea al menos 5% del valor de los activos fijos de la empresa y el 5% de los gastos en nóminas.
La segunda propuesta presentada por Bruselas pone el foco sobre las entidades pantalla y busca limitar su papel, luchando de esta forma contra la evasión fiscal que se realiza a través de estas empresas.
La idea es garantizar que las entidades de la Unión que tienen una actividad económica mínima o nula no puedan beneficiarse de ninguna ventaja fiscal y no supongan una carga financiera a los contribuyentes, limitando al máximo las empresas pantalla.
Esto se hará mediante el aumento de la transparencia. La idea es permitir a las autoridades nacionales identificar empresas fantasmas, a través de una serie de criterios claros y, según Gentiloni, la clave de la medida será que un Estado miembro podrá dar pedir explicaciones a otro sobre entidades que resulten sospechosas de ser usadas para evadir el pago de impuestos.
"Esto resulta un punto decisivo porque no habrá barreras al conocimiento. Es crucial y si hay información se podrá intervenir", ha explicado el comisario italiano.