BRUSELAS (EFE). La Comisión Europea propuso este lunes crear un nuevo instrumento para asegurar el suministro de bienes esenciales en casos de emergencias, que le permitiría exigir a las empresas que prioricen la entrega de estos productos a ciertos operadores y a los Estados que hagan reservas estratégicas de algunos bienes.
El objetivo es evitar situaciones como las que se vivieron durante la pandemia, cuando escasearon productos críticos como las mascarillas, algunos países actuaron unilateralmente reteniendo en su territorio la producción nacional y Bruselas llegó a imponer un control de las exportaciones de vacunas para asegurar que había suficientes para la Unión Europea.
"En las crisis de los últimos años hemos trabajado duro para preservar el buen funcionamiento del mercado único, mantener abiertas nuestras fronteras y cadenas de suministros y asegurar la disponibilidad de productos y servicios necesarios, pero tenemos que estar mejor preparados para anticipar y responder a la próxima crisis", dijo el comisario europeo de Industria y Mercado Único, Thierry Breton.
En lugar de "depender de acciones improvisadas", el nuevo Instrumento de Emergencias del Mercado Único será una solución "estructural" para ayudar a limitar el impacto de las crisis sobre la industria y la economía, agregó.
La propuesta prevé crear un mecanismo en varias fases, de modo que cuando se detecte una "amenaza" para la cadena de suministros la Comisión active el "modo de vigilancia", por el que pediría a los Estados miembros monitorizar las cadenas de suministros de bienes y servicios identificados como estratégicamente importantes y crear reservas de los mismos.
En caso de una crisis con "amplio impacto" en el mercado único, se activaría el "modo de emergencia", decisión que en este caso dependería de los Estados miembros y que permitiría a la Comisión exigirles distribuir las reservas estratégicas que hayan acumulado a sectores concretos identificados por sus servicios.
En esta fase Bruselas podría pedir también a los países que faciliten la expansión o reconversión de las líneas de producción, o que aceleren los permisos para garantizar que los bienes críticos llegan rápido al mercado.
Como "último recurso" y "bajo circunstancias extraordinarias", la Comisión tendría además el poder para exigir a las empresas que prioricen la entrega de ciertos elementos o productos acabados a los operadores económicos identificados Bruselas antes que a cualquier otro cliente.
"Las empresas deben cumplir o dar razones graves que expliquen su rechazo", explicó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
Además en esta fase Bruselas podría exigir a las empresas que le proporcionen información sobre el estado de su actividad y permitir procesos acelerados de test y acreditación para agilizar la puesta en el mercado de ciertos productos.
Bruselas ve este instrumento como el equivalente a las medidas que ya tienen otras potencias para estas situaciones, como la Ley de Defensa de la Producción estadounidense, que también prevé los pedidos por prioridad o la demanda de información a las empresas.
La propuesta debe ahora ser negociada por los Estados miembros y la Eurocámara para que pueda entrar en vigor.