MURCIA. James es un ingeniero británico al que conocí hace muchos años por motivos profesionales que no vienen al caso. Después de aquella relación profesional hemos mantenido encuentros en algunos veranos que ha pasado en nuestra costa. El último verano que coincidimos fue al poco tiempo de celebrarse el Referéndum del Brexit con el resultado conocido por todos de la salida del Reino Unido de la UE. Lógicamente nuestra conversación giró en torno a este tema.
"Reino Unido ha vacunado a aproximadamente un 10-12 % de su población y la UE aproximadamente un 2%"
James había votado por la permanencia, pero un tipo como él, pragmático donde los haya, me hacía más o menos el siguiente análisis en ese verano de 2016: "Soy de los convencidos de que la salida de mi país no es buena ni para nosotros ni para la UE. Es más, probablemente sea peor para el Reino Unido, pero eso no lo sabremos hasta que pase un tiempo. Primero porque aún se tiene que negociar todo y, segundo, porque las consecuencias de lo que se negocie no se verán en el corto plazo. Tendrá que pasar tiempo desde que la salida se haga efectiva para evaluar cómo ha ido. Habrá que ver cómo afectará a las inversiones, al crecimiento de la economía, a la creación de empleo . Y tendrán que pasar varios años para poder hacer una evaluación correcta de estos parámetros".
"Desde luego no estoy en una posición tan catastrofista como muchos medios y distintos políticos quieren transmitir con mensajes apocalípticos haciendo conjeturas sobre tal o cual asunto pero sin dar muchas explicaciones del por qué las hacen, cuando no se conoce nada de cuáles serán las condiciones que finalmente se acordarán".
Hoy, con el paso del tiempo, le tengo que dar la razón. Una vez firmado el acuerdo se han ido atemperando las opiniones acerca de lo perjudicial que iba a ser el Brexit. Pongo sólo un ejemplo que atañe a nuestra región: cuando se anunció la salida se hicieron muchos análisis desde distintos estamentos e instituciones de la Región en donde se ponía de manifiesto lo perjudicial que iba a ser para nuestras empresas la salida británica de la Unión, dañando nuestras exportaciones y afectando sobremanera a uno de los principales sectores de nuestra economía, como el sector agroalimentario... Pues bien, con el acuerdo de diciembre, esas opiniones se han ido perfilando hacia posiciones mucho más optimistas que las que se intuían cuando ni siquiera nadie se había sentado a negociar.
Le pregunté cuál creía él que habían sido los factores que habían propiciado el resultado del referéndum. Más o menos vino a decir: "Mira , una campaña bien llevada por los partidarios de la salida, entre los que hay políticos de los dos grandes partidos . Esa campaña ha utilizado argumentos que han apelado a cierto sentimiento nacionalista y tampoco han escatimado en utilizar argumentos que, en muchos casos , eran medias verdades o directamente mentiras".
"Otros argumentos, aunque quizá exagerados, no dejan de tener un punto de razón. Me refiero, sobre todo, a las acusaciones de excesiva burocratización y lentitud en la toma de decisiones y el exceso de normativas que rigen los destinos de la UE. A eso que los partidarios del Brexit llaman 'nido de burócratas'. Este argumento sí es compartido por muchos profesionales como yo, aunque, como sabes, he votado por permanecer. Siempre he creído que lo mejor que podría haber pasado hubiera sido sido la victoria de la opción de permanencia en la UE, pero que el susto hubiera servido para que la Unión Europea reflexionase acerca precisamente de ese aspecto de la excesiva dimensión administrativa, burocratización y lentitud que va en detrimento de la eficacia".
Con relación a este punto, James me remitió hace un par de días un mensaje que decía : "Vacunación: UK 1 - UE 0".
Se refería a algo que tiene que ver con esos procesos de toma de decisiones, y, en este caso concreto, al modo en que se ha gestionado la puesta en marcha de la vacunación contra la covid-19:
Lógicamente, al estar fuera de la Unión, Reino Unido ha ido por libre mientras que la UE ha optado por un proceso conjunto, centralizado y coordinado desde Bruselas. ¿Resultados? Las agencias estatales del medicamento estadounidense (FDA) y británica (MHRA) han aprobado mucho antes que la Agencia europea(EMA) las distintas vacunas. De hecho, la UE aún no ha aprobado la de AstraZeneca. Por otro lado, Reino Unido firmó antes los contratos de suministro , y por último, en el caso de AstraZeneca parece que no se negoció suficientemente bien los contratos por parte de la UE y que se dejaron cabos sueltos, cosa que tampoco sabemos porque no están a disposición de la opinión pública.
James lo dice para poner de manifiesto lo que siempre pensó de la excesiva burocratización y demasiada lentitud en la toma de decisiones. No se alegra por ello, pero cree que le da la razón en cuanto a lo que piensa de la eficacia de las instituciones europeas
Resultado de todo esto a día de hoy, Reino Unido ha vacunado a aproximadamente un 10-12 % de su población y la UE aproximadamente un 2%. De ahí su expresión UK 1- UE 0.
Yo sólo espero que empatemos lo antes posible, que se solucionen los problemas de suministro y nos pongamos las pilas para acelerar al máximo todo este proceso.