VALENCIA. BlackRock es mucho BlackRock. No en vano hablamos de la mayor gestora del mundo de inversión colectiva, que el pasado año cerró con unos activos bajo gestión de 8,7 billones de euros tras crecer un 15,4% en 2021. O lo que es lo mismo: más de siete veces del Producto Interior Bruto (PIB) español. Palabras mayores.
La firma estadounidense fundada y presidida por Larry Fink volvió a erigirse el pasado ejercicio como la más en forma entre las gestoras extranjeras que operan en España. A 31 de diciembre de 2021 contaba con unos activos bajo gestión en territorio nacional de 44.385 millones de euros, un 8,5% más respecto a los 40.911 millones de un año antes.
Unos números que superan -y de largo- a sus más inmediatos perseguidores como son la francesa Amundi AM (27.815 millones) y la norteamericana JP Morgan AM (23.185 millones). Así lo recogen los últimos datos la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco) aunque en el caso de la gala los números corresponden al tercer trimestre de 2021.
En cuanto a las suscripciones netas, el gato al agua se lo llevo la holandesa Robeco con 1.132 millones de euros. A continuación se situaron la alemana DWS -la división de grandes patrimonios de Deutsche Bank-, que rozó los 1.000 millones; y el gigante suizo UBS con algo más de 776 millones.
Según los datos de la patronal del sector, el patrimonio estimado de las instituciones de inversión colectiva (IICs) internacionales comercializadas en España aumentó hasta los 272.000 millones de euros en diciembre de 2021. Se trata de un incremento muy próximo al 24%. Mayor fue el porcentaje en el total anual de las suscripciones netas (+32%), que se elevaron hasta unos 29.000 millones.
El 34,3% del patrimonio de estas gestoras se correspondía con vehículos de renta variable, en tanto que el 27,5% estaba invertido en renta fija y/o monetarios. El 15%, por su parte, estaba en vehículos mixtos, y el 25%, en ETFs o fondos indexados, en torno a los 56.000 millones de euros.
La 'roca negra' (BlackRock) sacó partido al atractivo de los fondos de inversión cotizados (ETFs). A lo largo del pasado ejercicio, el gigante financiero contabilizó entradas netas por importe de 471.313 millones de euros, lo que implica un crecimiento orgánico de los activos del 6%, impulsado por el crecimiento récord de los flujos hacia ETFs y estrategias activas.
Por su parte, la cifra de negocio de BlackRock en el conjunto de 2021 alcanzó los 16.910 millones de euros, un 19,5% más, incluyendo un crecimiento del 14% entre octubre y diciembre pasado, hasta los 4.456 millones. De este modo, en el cuarto trimestre del ejercicio precedente, obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.434 millones, un 6,1% por encima del resultado contabilizado un año antes.
"BlackRock generó el crecimiento orgánico más fuerte de nuestra historia, incluso cuando nuestros activos bajo administración alcanzaron nuevos máximos", declaró Laurence D. Fink, presidente y consejero delegado de BlackRock.