MURCIA. Elaborar los piensos para la ganadería tiene un alto coste en materia de agua, cultivos y energía, como se está apreciando en los últimos meses con la crisis de costes que está sufriendo el sector por el incremento en el precio de estos productos. Con este problema en mente, ha nacido en la Región la startup Bioprocesia para aportar una solución sostenible basada en la economía circular.
Así, esta empresa emergente se encarga de generar proteína de origen vegetal a partir de los subproductos agrícolas, que a través de la fermentación logran ser reconvertidos en material para piensos: "La forma en la que estábamos alimentando a los animales nos estaba saliendo cara desde un punto de vista medioambiental", explica Guiomar Sánchez, cofundadora de la firma, en conversaciones con Murcia Plaza.
Sánchez se decidió a emprender tras varios años como investigadora en biotecnología industrial, una experiencia que le sirvió para comprender el potencial de esta tecnología y entender la oportunidad de mercado que suponía ser el primero en ofrecer esta solución a las empresas.
Por tanto, dejó Barcelona para volver a la Región como punto de partida para el proyecto de Bioprocesia dado que, además de ser cartagenera, Guiomar Sánchez entendía que era el enclave perfecto para desarrollar su idea de negocio: "En la Comunidad hay empresas conserveras, agrícolas o de zumos que pueden aportar las materias primas, y a la vez nuestros clientes potenciales también están aquí".
En estos momentos la startup ya ha desarrollado el primer prototipo de su producto, y está trabajando en la fórmula para poder escalarlo y tenerlo listo para el mercado, un objetivo que esperan alcanzar a mediados de 2023. Para ello necesitan de la colaboración con partners tecnológicos como la Universidad de Murcia (UMU) o el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación (CTNC), con sede en Molina, con quien colaboran actualmente. En cualquier caso, la intención de Sánchez es lograr montar una primera planta piloto para poder realizar una producción propia.
Esta aventura cuenta también con la participación de tres miembros de Innoventures Capital, que se sumaron al proyecto desde sus mismos inicios para aportar un extra de experiencia y conocimiento empresarial que resultan de gran utilidad a la hora de dar los primeros pasos de una compañía emergente. Con su ayuda, Bioprocesia acaba de abrir una ronda de inversión por valor de 250.000 euros para terminar de lanzar el producto al mercado.
El nacimiento de esta compañía es un ejemplo más de la conversión de la economía hacia un modelo más circular y menos lineal, pues su modelo de negocio se suma a otros muy similares que ya están surgiendo en la Comunidad murciana. Y es que también Agrosingularity ha sido capaz de hacer negocio con los desperdicios agrícolas, la misma materia prima que pretende emplear la compañía Rising Energy en la planta de biogás que va a construir en Fuente Álamo: "Tenemos que replantear nuestro sistema productivo porque al ritmo que vamos no hay forma de sostenerlo. Hay mucho valor en lo que estamos desechando", sentencia Sánchez.