BRUSELAS (EFE). La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, afirmó este jueves que esperan que la economía de la eurozona se vea "severamente afectada" por los efectos del rápido aumento de las infecciones por covid-19 y la reintroducción de medidas de contención.
En este contexto, se espera que la inflación subyacente permanezca en terreno negativo hasta principios de 2021 y el consejo de Gobierno del BCE recalibrará, como ya había anunciado, sus medidas de política monetaria en diciembre, según indicó Lagarde en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.
"Aunque las últimas noticias sobre las vacunas son alentadoras, el reciente aumento de los casos de coronavirus y la reintroducción de un número de medidas de contención están aumentando el ya alto nivel de incertidumbre y presentan un serio desafío para la economía de la eurozona y la economía global", dijo Lagarde.
La presidenta del BCE señaló que el sector servicios es el que se está viendo más afectado por la crisis, que el desempleo ha aumentado en algunos países a pesar de que las medidas de apoyo al empleo han paliado el golpe, y que se prevé que la incertidumbre siga pesando sobre el consumo y la inversión.
Esta debilidad económica se reflejará también en la débil inflación.
En este escenario, defendió Lagarde, "preservar condiciones favorables por tanto tiempo como sea necesario es clave para apoyar el gasto de los ciudadanos, mantener el crédito fluyendo y desalentar los despidos masivos".
El consejo de Gobierno del BCE "evaluará cuidadosamente" en las próximas semanas los nuevos datos que lleguen, así como las nuevas proyecciones macroeconómicas, y sobre esta base "recalibrará sus instrumentos como sea apropiado para responder a la situación".
Lagarde añadió que, "aunque todas las opciones están sobre la mesa", es probable que las principales medidas frente a la crisis sigan siendo el programa de compras de deuda de emergencia por la pandemia (PEPP) de 1,35 billones de euros, así como sus operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTROS).
"Abordaremos la actual fase de la crisis con el mismo enfoque y determinación" que durante la "primera ola", dijo la exministra francesa.
Lagarde reiteró su llamamiento a que los países complementen el apoyo de la política monetaria del emisor con sus políticas fiscales nacionales que, dijo, hasta ahora han sido "muy efectivas", sobre todo para proteger el empleo y evitar la quiebra innecesaria de empresas viables.
"Una ambiciosa y coordinada posición fiscal sigue siendo esencial", dijo Lagarde, quien instó a "evitar por todos los medios" un fin abrupto de las mismas.
La presidenta del BCE urgió, en este sentido, a que el paquete de recuperación de la Unión Europea y el Fondo de Recuperación "se haga operativo sin retraso" ya que ayudará a adoptar políticas expansivas, sobre todo a los países que tienen "limitado espacio fiscal".
Hungría y Polonia han bloqueado el acuerdo por su oposición al mecanismo que vinculará el dinero al Estado de Derecho.