MURCIA (EP). Bankinter no cree que vaya a haber una recesión económica global y cree, en cambio, que el ciclo económico expansivo se mantendrá hasta 2025, por lo que se mantiene favorable al ciclo y a las bolsas, según ha indicado el director del Departamento de Análisis de Mercados de la entidad, Ramón Forcada, en la presentación del Informe de Estrategia y Perspectivas de Inversión para el segundo semestre.
De hecho, Forcada ha explicado que la entidad se mantendrá pendiente a la presentación de resultados del primer semestre y que, en caso de producirse un recorte en los mercados, el banco aprovechará la ocasión para subir su exposición. "Si el mercado cae un 5%, vamos a subir nuestra exposición un 5%", ha afirmado.
El banco ha explicado que prevé un ciclo expansivo de la economía hasta 2025 y que "si no pasa nada extraño" estará respaldado por los beneficios empresariales y la inercia global de las economías desarrolladas. En cuanto a la evolución de las empresas, ha explicado que mantendrán sus ganancias gracias a la evolución del empleo y la mejora de los márgenes empresariales tras el reajuste de costes que realizaron durante la pandemia.
Por sectores, tanto en bolsas como en fondos, Bankinter recomienda los sectores de tecnología, semiconductores, transición energética, consumo de lujo, tecnología de salud y defensa.
En cambio, ha sacado de las recomendaciones al sector financiero porque cree que tendrá un comportamiento "menos favorable" en contraposición con otros sectores, aunque ha defendido que los bancos "están bien" y el entorno para los bancos sigue siendo "favorable".
Sobre los bancos centrales, Bankinter ha expuesto que los bancos centrales van a seguir subiendo tipos y prevé que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) los suba al menos una vez más, en septiembre, mientras que estima dos subidas por parte del Banco Central Europeo (BCE), en julio y septiembre.
Sin embargo, Forcada ha señalado que la posibilidad de que alguno de los bancos centrales se equivoque "no es despreciable, sobre todo el BCE", puesto que existe un retraso que puede ir de tres a seis meses entre la subida de tipos y el impacto real sobre la economía. "Si el BCE sigue subiendo sin pausa se arriesga a actuar sin tener información suficiente de cuál es el efecto de lo que aprueba", ha explicado.
De esta forma, Forcada ha considerado que, al igual que ha hecho la Fed en junio, lo mejor sería pausar los tipos y luego tomar las decisiones con más información. "Pero tienen prisa porque temen que si no son suficientemente rápido se les critique o que si el ciclo decae, se vean desautorizados para subirlos", ha explicado Forcada.