MADRID (EP). El crecimiento de la economía global se estabilizará este año en el 2,6%, dos décimas por encima de lo previsto el pasado mes de enero, según las proyecciones del Banco Mundial, que anticipa una expansión del 2,7% para cada uno de los dos próximos años, según la última edición del informe 'Perspectivas económicas mundiales'.
La organización 'gemela' del Fondo Monetario Internacional (FMI), destaca que, en 2024, el crecimiento de la economía mundial "se estabilizará por primera vez en los últimos tres años", aunque reconoce que lo hará a un nivel débil en comparación con los parámetros históricos recientes.
Asimismo, el ritmo de expansión del 2,7% previsto para 2025 y 2026 es muy inferior al promedio del 3,1% de la década anterior a la Covid-19 y advierte de que la previsión implica que, en el horizonte de previsiones, los países que representan en conjunto más del 80% de la población mundial y del PIB mundial seguirán creciendo a un ritmo más lento que durante la década anterior a la pandemia.
En general, se prevé que las economías en desarrollo aumentarán en promedio un 4% durante el período de 2024-25, un poco menos que en 2023, mientras que se espera que el crecimiento en las economías de ingresos bajos se acelere hasta el 5% en 2024, en comparación con el 3,8% de 2023. De su lado, en las economías avanzadas, el crecimiento se mantendrá estable en el 1,5% durante 2024, antes de aumentar al 1,7% en 2025.
"Cuatro años después de las conmociones causadas por la pandemia, los conflictos, la inflación y la restricción monetaria, parecería que el crecimiento económico mundial se estaría estabilizando", dijo Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Banco Mundial.
Entre las economías más desarrolladas, las nuevas previsiones del Banco Mundial recogen una sustancial revisión al alza para el crecimiento esperado de Estados Unidos en 2024, hasta el 2,5% este año, nueve décimas más de lo anticipado en enero, mientras que para los dos años siguientes prevé una expansión del 1,8% anual, una décima más de lo anticipado anteriormente para el próximo año.
Por contra, en el caso de la zona euro, la institución ahora espera que el crecimiento del PIB en 2024 será del 0,7%, en línea con lo previsto en enero, después de la expansión del 0,5% de 2023, mientras que recorta dos décimas el esperado para 2025, hasta el 1,4%, y para 2026 proyecta una expansión del 1,3%.
Entre las principales economías emergentes y en desarrollo, el Banco Mundial espera que China modere su expansión en 2024 al 4,8% desde el 5,2% de 2023, lo que implica una mejora de tres décimas respecto del anterior pronóstico, mientras que empeora dos décimas el de 2025, hasta el 4,1% y para 2026 confía en un crecimiento del 4%.
En cuanto a Rusia, las nuevas proyecciones anticipan para este año un crecimiento del PIB del 2,9%, frente al 3,6% de 2023, lo que supone una mejora de 1,6 puntos respecto de las previsiones de enero. De cara a 2025, la institución espera una expansión del 1,4%, medio punto porcentual más, y para 2026 del 1,1%.
"Las perspectivas para las economías más pobres del mundo son aún más preocupantes", advierte Indermit Gill ante el impacto esperado en estos países de unos muy elevados niveles de servicio de la deuda, posibilidades comerciales limitadas y fenómenos climáticos costosos.
En este sentido, el Banco Mundial advierte de que una de cada cuatro economías en desarrollo continuará siendo en 2024 más pobre de lo que era en vísperas de la pandemia en 2019.
Por otro lado, se espera que la inflación mundial se modere hasta el 3,5% en 2024 y el 2,9% en 2025, pero el ritmo de descenso es más lento de lo previsto hace tan solo 6 meses, lo que supone que muchos bancos centrales adoptarán una actitud prudente con respecto a la reducción de los tipos de interés, que se mantendrán en promedio en el 4% durante el período de 2025-26, aproximadamente el doble del promedio del período de 2000-19.
"Aunque los precios de los alimentos y la energía se han moderado en todo el mundo, la inflación básica continúa siendo relativamente alta y podría mantenerse así", dijo Ayhan Kose, economista en jefe adjunto y director del grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
"Esta situación podría impulsar a los bancos centrales de las principales economías avanzadas a retrasar las reducciones de las tasas de interés. En un entorno de tasas 'más altas durante más tiempo', las condiciones financieras mundiales serían más estrictas y el crecimiento, mucho más débil en las economías en desarrollo", advirtió.