MADRID (EP). El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha abogado por que la política fiscal nacional actúe "de forma muy granular y focalizada" en hogares, empresas y sectores afectados más vulnerables al objeto de paliar las consecuencias de la guerra en Ucrania.
Durante su intervención en un desayuno de trabajo con el sector empresarial organizado por Hill & Knowlton, el gobernador ha señalado que ante un shock de esta naturaleza, es fundamental la contribución de las políticas supranacionales europeas y de las políticas fiscales nacionales.
Así, considera que es importante que la política fiscal nacional haga uso de su capacidad para actuar "de forma muy granular y focalizada", y centre sus esfuerzos en apoyar a los hogares, empresas y sectores que más se están viendo afectados por esta combinación de perturbaciones.
En particular, a los hogares de rentas más bajas, que son los que más sufren el impacto de la inflación, y a las empresas más intensivas en energía. Además, ve importante que las medidas sean temporales para no aumentar más el déficit estructural.
En su opinión, el contexto de elevada inflación actual es un argumento adicional para justificar que el apoyo debe ser selectivo y que debe evitarse un impulso fiscal generalizado, ya que en caso de producirse, este podría traducirse en un aumento de los cuellos de botella ya existentes en los sectores más tensionados que se terminara por filtrar a los precios.
También considera "particularmente importante" evitar el uso generalizado de cláusulas de indexación automáticas en las partidas de gasto que pudieran alimentar adicionalmente el actual proceso inflacionista. Por ello, estima que esta desindexación debe ser parte del pacto de rentas.
A su juicio, este pacto de rentas debe suponer un reparto, entre empresas y trabajadores, de la merma de rentas de la economía nacional frente al resto del mundo que implican los aumentos de costes recientes.
Para el gobernador, también sería deseable que se eviten fórmulas de indiciación automática de los salarios a la inflación pasada o de cláusulas de salvaguardia en los convenios, ya que un incremento o generalización de estas cláusulas elevaría significativamente el riesgo de que se materializara una eventual espiral de incrementos salarios-precios.
Según ha detallado, el fuerte repunte de los precios de la energía y de algunas otras materias primas que se ha producido a escala global en los últimos trimestres, y que se ha intensificado como consecuencia del conflicto en Ucrania, supone para la economía española, importadora neta de estos productos, un shock negativo a los términos de intercambio que reduce la renta nacional y eleva las presiones inflacionistas en el corto plazo.
En este contexto, ve fundamental evitar que estas presiones inflacionistas de corto plazo se trasladen también al medio plazo a través de efectos de segunda vuelta y, en particular, a través de una espiral inflacionista de precios y salarios.
"Evitar esta espiral no es en absoluto fácil ni, desde luego, gratificante en el corto plazo. Exige acordar un pacto de rentas entre trabajadores y empresarios en el que todos acabarán ganando en el medio plazo, pero en el que todos han de asumir una pérdida en el corto plazo", ha remarcado.
El gobernador ha insistido en la necesidad de alcanzar consensos para afrontar de manera eficaz el escenario al que se enfrenta el país. "De nuestra capacidad para alcanzar estos compromisos difíciles dependerá, en gran medida, la evolución del empleo y de la competitividad de nuestra economía en los próximos años", ha advertido.