MADRID. Los datos del IPC estadounidense del mes de agosto mostraron que la inflación sigue siendo la principal preocupación del mercado. Los precios de consumo subyacentes aumentaron un 0,6% intermensual ese mes, frente al 0,3% previsto. Esto supone un escalofriante recordatorio de que la guerra de la Reserva Federal contra la inflación aún no se ha ganado y que los temores inflacionistas son la principal fuente de volatilidad no deseada en estos momentos. Tras conocer esos datos, el mercado reaccionó con fuertes ventas en la renta variable, los diferenciales de crédito se ampliaron y los rendimientos de los bonos del tesoro estadounidense subieron a medida que se valoraba la perspectiva de nuevas subidas de la Reserva Federal.
Varios expertos del mercado han pedido una subida de 100 puntos básicos en la reunión del Comité Federal del Mercado Abierto de la Reserva Federal estadounidense (FOMC) de este mes de septiembre. Nuestra hipótesis de base sigue siendo una subida de 75 puntos básicos, pero dado que la inflación impulsa las expectativas de los tipos, parece que deberemos esperar un poco más antes de que la volatilidad sobre los tipos disminuya.
Si los datos de la inflación hubieran sido inferiores a las previsiones, creemos que el tono del riesgo que adoptaron los mercados habría sido muy diferente, y podría haber sido el catalizador de un repunte del riesgo más sostenible. Los inversores deben tener paciencia hasta que esto ocurra, pero no creemos que este tipo de cambio esté lejos.
Los mercados están valorando un endurecimiento agresivo por parte de los principales bancos centrales, y creemos que esto es lo que veremos a lo largo del año. Nuestra hipótesis de base de una subida de 75 puntos básicos en el FOMC en la reunión de este mes llevaría el tipo de interés de los fondos federales al 3,25%, un nivel muy restrictivo para la economía estadounidense. Consideramos que el 4% es un nivel en el que la Fed hará una pausa y se mantendrá durante algún tiempo a la espera de que su política surta efecto. En el 3,25%, es probable que estemos a una o dos subidas del tipo final, y la historia nos dice que los rendimientos de los UST a largo plazo suelen alcanzar su punto máximo hacia el final de un ciclo de subidas, lo que significa que el punto máximo de los rendimientos puede no estar muy lejos.
Si la inflación sigue sorprendiendo al alza, puede que esta opinión no sea válida, pero creemos que hay pruebas tempranas que apoyan el hecho de que el pico de inflación está muy cerca y es probable que se reduzca a medida que el año llega a su fin. Con los tipos finales a la vista y los futuros datos sobre la inflación probablemente más favorables, esperamos ver pronto una disminución de la volatilidad de los tipos, lo que creemos que será un catalizador clave para mejorar las condiciones del mercado.
A corto plazo, es posible que tengamos que seguir siendo pacientes antes de que llegue esta claridad, pero cabe señalar que mantener la paciencia es mucho más apetecible cuando los yields (rentabilidades) y los diferenciales de la renta fija son tan elevados como en este momento.
Mark Holman es gestor de TwentyFour AM (boutique
de Vontobel AM)