MURCIA. Murcia siempre ha querido tener una playa fluvial -un proyecto que lleva varios años en pie pero que estaba paralizado-. Ahora este sueño está más cerca de ser una realidad con un espacio destinado a fines medioambientales y que además contará con un bosque junto al cauce del río.
Y es que este viernes la Junta de Gobierno aprobó el proyecto de restauración del antiguo cauce del río Segura. Ha sido gracias al desbloqueo de la CHS, que ha dado luz verde al inicio de recuperación del Meandro del Vivillo, informe del que estaba pendiente el Ayuntamiento de Murcia desde hace varios meses.
La playa fluvial de Murcia -no destinada al baño- estará situada en el meandro del Vivillo, delimitado por la avenida de Rincón de Seca y al este, por el carril de Ontines. Para llevarla a cabo se trabajará sobre los márgenes del río en una superficie total de 81.777 metros cuadrados y se vaciará el meandro, de este modo se podrá ensanchar el cauce para crear, además de la playa, un bosque de ribera en torno a ella.
En el itinerario del bosque contará con varias especies naturales: desde sauces, olmos o higueras, además de madreselvas y cañas judías. Además, también se crearán espacios de descanso junto al camino que permitirá un un uso del río no invasivo.
Se habilitará una zona natural de ocio también y se habilitarán cuatro nuevas conexiones desde los caminos al espacio fluvial, para aprovechar las parcelas libres. Entre ellos destaca el trazado de la Acequia Puxmarina por el carril Fernández Caballero hasta el núcleo urbano de Rincón de Seca.
Los objetivos de la playa fluvial son la mejora ambiental del cauce fluvial y de sus riberas, la reducción de la exposición de riesgos de inundación y la mejora de la calidad ambiental de las zonas verdes de la huerta. Con ello se pretende modificar el trazado del cauce y generar nuevos hábitats en el entorno.
Asimismo, según detalló el Consistorio murciano, "la recuperación del antiguo codo permite recuperar una playa sedimentaria fluvial con fines ambientales, no destinada al baño, y ofrecer un pequeño itinerario por el interior del bosque de ribera". Igualmente, "sobre las antiguas motas aparecen pequeños espacios de descanso junto al camino perimetral, permitiendo un uso del río no invasivo".
El proyecto ha sido elaborado por técnicos del Ayuntamiento de Murcia, de la Universidad de Murcia y de la Universidad Politécnica, en colaboración con técnicos de la CHS. Además, según explicó el Ayuntamiento, cuenta con una subvención de los fondos Next GenerationEU, del Ministerio para la Transición Ecológica en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea.