psicología cotidiana / OPINIÓN

Arteterapia y diversidad funcional intelectual

29/04/2022 - 

La salud mental tiene muchos pilares que la sostienen y desarrollan, pero, aquí, querría destacar tres que, en nuestra opinión, son fundamentales: el desarrollo de la espontaneidad, la consciencia de Sí y la capacidad para tomar decisiones. Si bien, esto sería aceptado en términos generales, la pregunta que surge es si eso es aceptado y aplicable en el trabajo con las personas con diversidad funcional intelectual.

Una de las necesidades en toda persona, y también de la misma manera en la diversidad funcional intelectual, es la de emocionar su pensamiento y, a su vez, sentirse autores y productores del mismo.

En este sentido, podríamos decir que la mayor discapacidad en la diversidad funcional intelectual sería la de obviar su subjetividad y relativizar su necesidad de construcción subjetiva que le representa, en aras de un empuje fundamental en su capacidad de aprendizaje. Goza también de consenso profesional que todo aprendizaje, para ser positivo, ha de ser interiorizado e integrado como parte de la subjetividad, como parte de la emocionalidad. Una de sus características más comunes y que nos ha de determinar el trabajo profesional, es que se ubican en el lugar de las respuestas y difícilmente en el de la pregunta, lo que les determina en una posición subjetiva dependiente.

Acercándonos a sus procesos de desarrollo, surgen cuestiones tales como cuál es su sufrimiento subjetivo, cómo es el proceso de desarrollo de su imaginación, su necesidad de empatizar, el proceso de pensar lo que sienten y el proceso de sentir lo que piensan, los mecanismos de producción de pensamientos, su memoria emocional, la construcción de ideales, el proceso de interrogar o de preguntarse por lo que le sucede, el proceso de subjetivación de decisiones, etc.

 Es necesario que, tanto en el trabajo profesional como en las relaciones interpersonales, podamos cuestionar y eliminar el lugar en el que el imaginario colectivo sitúa la diversidad funcional y es en el mundo de la ‘’eterna infancia’’.

Proponemos que la Arteterapia, dentro de las Terapias Creativas, es una metodología muy oportuna para el trabajo con la diversidad funcional.

Arteterapia es una disciplina en la que, a partir de un proceso creativo, desde un claro rigor metodológico y clínico, proporciona el espacio y los medios para la creación de imágenes internas que ponen en relación toda la estructura de vínculos con los otros.  Tiene la virtud de hacer de la fragilidad humana un resorte dinámico, de lograr tejer posibilidades allí donde parece que la capacidad potencial y/o emocional se ha detenido, de encontrar en lo oculto y en lo inesperado la fortaleza desconocida pero esperada.

Arteterapia es un proceso de creación terapéutica y tiene la capacidad extraordinaria de entrelazar el pensamiento, la emoción y el lenguaje, agregando el poder de las imágenes resultantes del proceso de construcción de lo sin-forma, de lo inefable, de lo desconocido. Es la trama que se entreteje y que da lugar a un mejor espacio de reconocimiento subjetivo y, con ello, a una mejora en los procesos de convivencia. El proceso arteterapéutico posibilita la ligazón de lo espontáneo y del malestar subjetivo, generando nuevos escenarios que provienen necesariamente de la historia subjetiva.

Gracias a su metodología, la Arteterapia es de fácil aplicación en los contextos de salud mental (esquizofrenia, adicciones, depresión, psicopatología de infancia, TEA...) , en el sector educativo (dificultades de aprendizaje, dificultades comportamentales, absentismo escolar, diversidad funcional…) y en la esfera sociocomunitaria (dificultades de integración social, migración, dificultades relacionales y convivenciales).

                                                                                                                   Francisco Coll Espinosa

                                   Grupo de Arteterapia del Colegio Oficial de Psicología de la Región de Murcia

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