MURCIA. De la nueva revisión de productos que Amazon ha lanzado este año para sus asistentes inteligentes, no ha dado ni un solo paso inteligente. Tenemos al nuevo Echo Dot redondo y del tamaño de una pelota de softball que es en palabras de la crítica "uno de los más bonitos que existen", así como lo que tiene de bonito lo tiene de poco innovador.
Podemos añadir unos Buds o cascos de toda la vida a un tercio de lo que valen los de Apple siempre y cuando no les compres su cordel para no perderlos (anteriormente denominado cable), que en ambos casos incrementará su precio. La pantallita de la mesilla llega a la versión 5 siendo un 20% más rápida que antes, velocidad que seremos capaces de percibir así que esperemos que la funcionalidad más demandada si llegue (ver videos de otras plataformas); porque si no tampoco es que estemos aportando nada más allá de una revisión menor. En España nos quedamos fuera de recibir todavía el Echo Kids, que es exactamente igual, pero con software adaptado para niños. Es decir, avance del 1% en este punto.
Para el coche también tenemos otra pequeña revisión del Echo Auto que nos lleva a pensar. ¿Problemas? ¿Si funciona no lo toques? ¿Se están centrando en lo importante? ¿Pánico ante haber construido todos sus sistemas de gestión encima de la IA equivocada? Nadie lo sabe y este propio texto puede quedar obsoleto un solo día tras su publicación. Eso sí, profundicemos.
Las empresas tienen ciclos y como se nota que o se han equivocado con la gente que tenían que despedir o no le han subido el sueldo lo suficiente a las mentes pensantes encargadas de transmitir continua innovación al mercado para no perder el liderazgo. O tal vez estemos en fase de unas merecidas vacaciones como las que pasaron factura no hace tanto a Intel cuando se durmió en la cima del mercado de los procesadores. AMD les comió 10 años de tostada en minutos y un daño difícilmente recuperable en cuota de mercado.
Parece que el Corte Inglés se ha puesto las pilas últimamente y tal vez por fin quieran convertirse en el Amazon que se esforzaron por no ser. Es increíble, ¿verdad? Con la base de centros logísticos ya montada, el personal y los productos que les hayan adelantado y desde cero le comieron la tostada a velocidad de tortuga. Siempre que sale el tema en algún foro se cuenta de la mano de la historia de la rana y el agua caliente. La rana, paradójicamente verde, que metida en agua caliente salta, pero metida en agua fría y subiendo grado a grado. Sea como fuere no se les ve en la carrera ni de lejos y con un público fiel que se ha hecho viejo (y adinerado) aún no ha llegado el pánico mientras sigan gastando. Cuando llegue el relevo generacional si no vienen grandes cambios diremos adiós al Harrods español.
Ojo que en Suecia se acaban de quitar las pantallas en la escuela porque ha salido una generación tan tan tan digital que nos hemos pasado de frenada. ¿Irán por aquí las sorpresas secretas de Amazon? La tinta electrónica que tan poca energía consume y que sería ideal para la mayoría de sus dispositivos no ha sido ni testeada con usuarios finales comercialmente. Todo de verdad apunta a que las mentes más privilegiadas de este dinosaurio han saltado del barco hace tiempo.
Señor Bezos, cómo se nota que no tienen súper-nerds en sus equipos como antaño. Los vagos son el activo más importante de cualquier empresa si se insertan en equipos con mesura y adecuada vigilancia, nos harán encontrar la mejor y más eficiente forma de hacer cualquier cosa. Hace ya bastante tiempo que tienen la lista de todo lo que compramos, incluso nuestra lista de compra de supermercados desde que activaron el reparto de la cadena DIA. ¿Por qué no nos han dado una pantallita en la papelera para marcar lo que tiramos? Es el momento exacto de añadir algo a la lista de la compra. ¿Dónde está mi tabla con la fecha de caducidad de cada alimento ya registrada porque he comprado en su sistema?
Amazon, desde luego, se ha convertido en ese viejo banco que con todo nuestro historial financiero nunca fue capaz de ofrecernos nada adecuado. Son ricos, son grandes, lo tienen todo… Menos la esencia que los llevó ahí.