Foto: Europa PressMURCIA. Movimiento. Una palabra que adquiere un especial significado si se habla de baile y más en un día como éste, que se celebra de forma atípica el Día Internacional de la Danza. Pero éste no es un movimiento artístico, es más bien el reflejo de una inquietud por parte de profesionales de la Región de Murcia, que buscan tener una voz común para que se escuche las necesidades específicas del sector, las de antes y las que se han generado a raíz del estado de alarma decretado por el Covid-19.
Profesionales de la danza murciana consultados aseguran que se están realizando distintos "movimientos" para crear una asociación o plataforma desde la cual sus reivindicaciones adquieran más peso. De hecho, ya se ha plantado el germen de una asociación, que de momento sólo está dando sus primeros pasos en las redes sociales, pero que adelanta cuáles son los objetivos por los que va a trabajar: agrupar a todo el sector profesional de la danza de la Región de Murcia en un proyecto en común; aumentar su visibilidad y divulgación; aumentar las oportunidades laborales y profesionales para el sector; fijar unas condiciones laborales y salariales que dignifiquen al profesional; fomentar, mejorar y aumentar la formación de profesionales de la danza; y visibilizar la danza como profesión.
Por otra parte, distintos artistas consultados destacan, entre los problemas del sector, la difícil profesionalización de la danza después de los estudios; así como algunas de las reividicaciones históricas como son la de contar en la Región de Murcia con un Conservatorio Superior de Danza, así como mejores instalaciones; la creación de la figura del autónomo cultural, ya que las compañías y los bailarines pasan temporadas sin generar ingresos; o un centro coreográfico donde las compañías murcianas puedan trabajar.
Ya en el ámbito nacional, más de cien coreógrafos y agentes culturales han reivindicado en una carta con motivo del Día Internacional de la Danza este miércoles 29 de abril un "futuro viable" para la danza ante "los efectos catastróficos" de la pandemia de coronavirus, que podría conllevar su destrucción, según informa Europa Press.
En la carta, firmada por nombres como los de María Pagés, Eva Yerbabuena u Olga Pericet, se recuerda que la danza en España es una comunidad de profesionales compuesta por más de 300.000 personas que realizan unas 155.000 representaciones públicas al año, de las que disfrutan cerca de 50 millones de espectadores y que genera un movimiento de capital de unos 1.000 millones de euros al año.
Los firmantes han solicitado a las instituciones un plan de acción para "salvar el tejido empresarial del sector de la danza, como parte esencial de la industria cultural de este país". Además del Pacto de Estado, ponen sobre la mesa "reivindicaciones históricas" como la Ley de Mecenazgo y el Estatuto del Artista.
"Las empresas de danza y, en general, las de las artes escénicas, suscitan muy poco interés por parte del legislador porque él mismo es parte de una sociedad que por razones objetivas o subjetivas desconoce la realidad de la danza y de sus agentes o, directamente, no la considera", han lamentado en la misiva.
Por ello, para "prevenir la destrucción de la danza como parte de la arquitectura cultural y simbólica" de España reclaman un calendario de trabajo compartido que "culmine en decisiones concretas" para que los teatros públicos y privados "sigan vivos y los festivales "sigan programando en parques y plazas".
"La tentación de enlatar la danza y encerrarla en las casas, como se hizo con el cine, sería letal para las artes vivas y también para la emoción estética. Todo ello en un sistema donde el mercado no regula la producción de la danza y en el que su estructura artesanal está continuamente condicionada por la estacionalidad y la intermitencia", han concluido.
Tres galas más completarán una programación que contará con las actuaciones de los alumnos de enseñanzas profesionales
