MURCIA. Ante la presión un juego resolutivo y una victoria convincente. Carlos Alcaraz Garfia se ha estrenado en el Masters 1.000 de Cincinnati, en Estados Unidos, comiéndose al jugador local Mackenzie McDonald, al que ha ganado por 6-3 y 6-2 en apenas 1 hora y 4 minutos y ya está en los octavos de final, ronda en la que se medirá al croata Marin Cilic o al finlandés Emil Ruusuvuori.
El joven tenista murciano, quien a sus 19 años continúa siendo el cuarto jugador del mundo, su tope hasta ahora, pasó por encima de su rival, de 27 años y que ocupa el puesto 72 en el ranking internacional.
Fue el segundo enfrentamiento entre estos jugadores y como en el primero, que se dio en la segunda ronda del Masters 1.000 de Indian Wells de este mismo año, el español fue muy superior. Entonces se impuso por un doble 6-3 y en esta ocasión, también en pista dura, empleó un juego menos y también casi media hora menos.
Alcaraz venía de perder a las primeras de cambio en el Masters 1.000 de Montreal en el inicio de la gira americana frente al también estadounidense Tommy Paul (7-6 (4), 6-7 (7) y 3-6) y antes sucesivamente en las finales del ATP 500 de Hamburgo y del ATP 250 de Umag.
Tras esos resultados adversos Carlos llegó a decir que "por primera vez" se vio superado por "la presión", por lo que su debut en Cincinnati era una prueba de fuego para él.
Y se notó desde el comienzo pues el de El Palmar encaró el encuentro frente a McDonald con gran determinación y, de hecho, lo decantó a su favor anotándose el break en el primer juego y en la primera bola de ruptura que se le presentó.
Seguro en el saque, el pupilo de Juan Carlos Ferrero caminó con paso firme y mantuvo la ventaja hasta que en el noveno juego de la manga, en su segunda oportunidad de break, volvió a acertar al resto y cerró el parcial con el 6-3 después de 30 minutos de confrontación.
Lo que se le había resistido, el aprovechamiento de las pelotas en las que podía romperle el saque a su oponente, no fue precisamente un problema.
En el segundo set Alcaraz siguió llevando la iniciativa e imponiendo su fluidez para, llevándose sus servicios sin sobresaltos, situarse con 3-2 a favor con sólo dos puntos cedidos en los tres juegos en los que echó la bola al aire.
Con una nueva ruptura estableció un 4-2 que le hacía estar muy cerca de la clasificación y no aflojó, esta vez no lo hizo. De hecho, acabó el encuentro encadenando cuatro juegos seguidos ganados y con muy buenas sensaciones, terminando los puntos en la red y arrasando a su oponente con un 6-2 después de otros 34 minutos.
Los 56 puntos que consiguió, por los 38 de McDonald, resumen lo ocurrido en un choque en el que Carlos no le dio a su rival la posibilidad de romperle el saque y él, por su parte, aprovechó cuatro de las siete opciones que se le presentaron.
El palmareño celebró efusivamente el triunfo, mucho más de lo habitual en una segunda ronda, y se apreció lo mucho que había en juego para él en una situación que podía calificarse como delicada y en la que se comportó de manera muy sólida, lo cual le dará confianza para próximos choques, el siguiente contra el ganador del duelo entre Cilic, veterano de 33 años y que está en el puesto 17 de la ATP, y Ruusuvuori, de 23 años y que ocupa la posición 44.