MURCIA (EFE). La plaza de España de Águilas, epicentro de la vida pública y social de la ciudad, por la que pasan al día miles de personas, se ha convertido en un “entorno cardioprotegido” con la instalación de un desfibrilador externo semiautomático.
Lo ha donado al municipio la empresa Lazarus Vital junto a todo el equipamiento necesario para prestar una reanimación cardiopulmonar básica en caso de parada cardíaca, hasta la llegada de los servicios sanitarios.
La compañía está formada por un grupo de profesionales de las diferentes áreas de intervención en una emergencia, sanitarios, policías, bomberos y militares, ha indicado el ayuntamiento.
El desfibrilador permite convertir la plaza y sus ocho calles adyacentes en en ese entorno cardioprotegido, ya que desde su ubicación en la calle Castelar, el punto más distante a recorrer con el desfibrilador, en caso de parada cardíaca, es de 150 metros, unos dos minutos corriendo.
Con ese tiempo y distancia se cumplen las recomendaciones del Plan Nacional de Reanimación Cardio Pulmonar, que estima que un desfibrilador es útil si se puede utilizar dentro de los cuatro o cinco primeros minutos desde que se presenta un paro cardiaco.
A la señalización del dispositivo ha contruibuído el consistorio y cerca de un centenar de comercios, que, en la entrada a sus establecimientos, exhiben un logotipo que los identifica como espacio adherido a esa zona en la que está instalado el desfibrilador.
El consistorio aguileño ha instalado 20 señales de tráfico para informar a los ciudadanos que están accediendo a un entorno cardioprotegido.