Fotos: Cs
MURCIA. La Región de Murcia es un territorio especial para Ciudadanos. "Nosotros tenemos una espinita clavada con Murcia", reconoce a Murcia Plaza el propio secretario general, el madrileño y eurodiputado Adrián Vázquez. No se refiere, al menos no explícitamente, a los errores cometidos en esta tierra, sino que alude a tiempos más pretéritos, a los orígenes del partido, cuando la Región era un feudo naranja para la emergente formación comandada por Albert Rivera. Si una vez Rivera -o sea, Ciudadanos- soñó con gobernar España fue gracias al empujón que en su día le dieron territorios como la Región. Pero cuando Vázquez entona la "espinita clavada" a nadie se le escapa que todavía pesan las dos grandes decepciones de los últimos años: la decisión de aliarse con el PP en 2019 pese a que habían defendido que no mantendrían al partido del poder de los últimos -por entonces- 24 años y la fracasada moción de censura de 2021, con la que pretendían enmendar su fiasco de la coalición pero que, sin embargo, salió como el rosario de la aurora, entre actos de transfuguismo y la división interna de sus fieles, que no las tenían toda consigo.
Sin embargo, aquel triste tiempo pasó. El partido quiere pasar página y ahora que irrumpe la campaña del 28M se apoya en la renovación de sus órganos directivos, las de sus líderes y sus principales caras, para encarar una nueva etapa y seguir siendo determinante en la política española -y murciana- pese a un enorme contexto desfavorable, con muchas de las encuestas augurando su inminente desaparición. Ciudadanos se resiste y niega la mayor: quieren ser relevantes. Y Murcia es un territorio estratégico para ello. A eso se refería Vázquez, que explicaba así por qué el Comité Nacional, el órgano de dirección, elegía la capital del Segura para celebrar su reunión: "Nosotros le damos mucha importancia a la Región. Es un territorio clave para el liberalismo", sostenía el secretario general, que junto con la portavoz política, Patricia Guasap, encarnan la nueva bicefalia que dirige la formación tras las etapas de Rivera e Inés Arrimadas.
Vázquez se muestra convencido de que María José Ros será decisiva en la Región. La líder regional entronca también con ese cambio de aires que el partido propugnó tras la renuncia de la anterior coordinadora, Ana Martínez Vidal, hoy arrinconada en Centrofama. "Hemos hecho una transformación muy importante en Ciudadanos Murcia, tanto a nivel regional como municipal. Presentamos más de 350 candidatos con muchas ganas e ilusión", destacaba Vázquez al término de la reunión. "María José y también Pedro García Rex [el candidato a la Alcaldía de Murcia] representan ese nuevo Ciudadanos que quiere ayudar a las familias y las clases medias exprimidas", preconizaba.
Y como no hay intención sin acción, el partido aprovechó la visita de la cúpula nacional para jugar fuerte: levantó una lona gigante en pleno corazón de Murcia señalando la corrupción de PP y PSOE. Bajo uno de sus lemas de la precamapaña, "Mereces una presidenta que no acabe en la cárcel", la imagen gigante retrata a dos expresidentes del PP y un candidato del PSOE, todos ellos entre rejas, acompañados de un López Miras a quien le espetan: "¡Calienta que entras!". La jugada, que ocupó titulares y encendió el debate político, ha generado polémica. PP y PSOE han respondido con rápidas denuncias ante la Junta Electoral. Y el órgano judicial ha tardado poco en decidir: ha ordenado su retirada para este sábado.
El cartel entraña sus riesgos y pisa alguna que otra presunción de inocencia, pues, en efecto, Pedro Antonio Sánchez, que presidió la Comunidad entre 2015 y 2017, fue condenado por el 'Caso Auditorio' a tres años de cárcel. Pero solamente él, si nos atenemos a los hechos rigurosos, podría figurar entre barrotes carcelarios. El resto no son personas condenadas por la Justicia, lo cual no quita que no haya sospechas. Hasta ahora se sabe que el expresidente (1995-2014) Ramón Luis Valcárcel tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados por una de las piezas del caso 'La Sal' de la Desaladora de Escombreras. Y se enfrenta a una pena de 11 años y medio de prisión. Es una acusación seria y contundente, pero no es una condena. Y en el caso del candidato y líder socialista, el calasparareño se encuentra en un rango procesal inferior, pues tiene que declarar como investigado por el 'Caso Feria Taurina del Arroz', pero su causa se encuentra en una fase de instrucción. Todavía no se puede saber ni siquiera si sentará o no el banquillo de los acusados. Decir otra cosa sería calumniar.
Y sobre López Miras, el gran objeto de su crítica, no pesa ningún caso ni existe sobre él ningún frente judicial abierto.
En cualquier caso, presunciones de inocencia al margen, el mensaje y la intención del cartel estaban más que claras: PP y PSOE son la corrupción.
Y ante el anuncio de la retirada del cartel también contaban con una respuesta: "Lamentamos que PSOE y PP sean mucho más rápidos y combativos a la hora de perseguir un cartel que dice la verdad sobre la corrupción que a la hora de perseguir los escándalos de corrupción que afectan a políticos de ambos partidos".
Alguna voz maliciosa podría apostillar no sin razón que el expresidente condenado al que aluden en el cartel fue presidente porque en su día Ciudadanos se abstuvo y que el actual jefe del Gobierno al que interpelan en la lona es hoy presidente gracias a que precisamente Ciudadanos le dio su apoyo en 2019.
Eso no importa ahora en Ciudadanos. Tenían muy interiorizado el mensaje que quería dar. "El PP es un partido corrupto, podrido, que limita el progreso en la Región", recriminó Guasp, sin pelos en la lengua. En una línea parecida se expresó Ros Olivo: "La corrupción no nos sale gratis, nos roba el futuro y las oportunidades", reprochaba al tiempo que abogaba "por el voto realmente útil y rentable para todos", que a su juicio es Ciudadanos. "En esta región hay dinero, si no se roba. CS es el único partido capaz de arremangarse y poner reformas que todos nos demandan", incidía. "Somos el único partido que denuncia la corrupción", agregaba Vázquez, que también esgrime que, en su condición de eurodiputado, se ha volcado en denunciar en Europa la mayor crisis medioambiental que existe, que es la del Mar Menor.
¿Y con quién estarían ahora dispuestos a pactar si llegado el momento Ciudadanos conserva su escaño y sus votos son determinantes? "Pactaremos en función del programa", respondía Vázquez a este periódico. "Si alguien propone, por ejemplo, bajar el IRPF a las familias, lo apoyaremos. O si apuestan por la escuela infantil. Ahí estaremos nosotros", exponía. Ante la repregunta de este cronista de que fuera más preciso y dejara claro si apoyarían a PP o PSOE, remarcó: "No apoyaremos al populismo", contestaba, sin despejar la incógnita, pero al menos dejando a entrever que esos apoyos no serían para Podemos ni Vox. Pactar programas, por tanto. Esa es la respuesta del nuevo Ciudadanos, que al menos no tiene socios preferentes como otrora tuvo.
Ciudadanos quiere seguir siendo una fuerza política viva. Este viernes volvió a serlo. Murcia y Ciudadanos protagonizaron el ambiente político, como antaño. La incógnita es si los ciudadanos le devolverán esa confianza del pasado el próximo 28 de mayo.