MURCIA. El contenido de mi anterior artículo, titulado Sumar contra la ONCE, ha despertado una cierta polémica en las redes sociales. Los críticos más audaces me han acusado de haberme inventado que Sumar pretendía disolver la ONCE y me han retado a que encontrase esa tesis en su programa. La verdad es que no me había inventado nada de ese estilo porque nunca dije que Sumar quería disolver la ONCE. Más bien señalé que pretendía disminuir el peso de las loterías en su financiación. Y eso le restaría autonomía. También sostuve, y sigo sosteniendo, que el ministro Garzón, y después Sumar, estaban contra los juegos de azar porque pueden generar ludopatía. Y que consideraban particularmente perjudiciales los juegos de resolución inmediata porque son más adictivos. Concluía que, en esa línea, Sumar aspiraba a reducir las loterías que gestiona la ONCE y, en concreto, eliminar el llamado juego de rascar por ser de resolución inmediata. Mi artículo se enmarcaba en una cadena de comunicaciones telemáticas (mediante WhatsApp) dirigidas por simpatizantes de la ONCE a la dirección de Sumar. De hecho, fueron unos integrantes del grupo promotor de esos mensajes los que me pidieron que escribiese un artículo de apoyo. Y de ahí salió Sumar contra la ONCE.
"finalmente se llegó a un acuerdo para retirar ese punto del programa de Sumar"
Aclarado eso es para mí una completa satisfacción comunicar que se ha producido una reunión entre dirigentes de Sumar y dirigentes de la ONCE para aclarar la situación. En un principio los izquierdistas sostenían que habíamos interpretado mal su programa, en el que solo pretendían dificultar que los menores participasen en juegos de azar remunerados. Como eso no explicaba por qué había que eliminar el juego de rascar de la ONCE, finalmente se llegó a un acuerdo para retirar ese punto del programa de Sumar. Y, para garantizarlo, ambas partes han firmado un documento de acuerdo. Todo eso sin perjuicio de que pueda incorporarse alguna redacción alternativa en el programa de Sumar en la que quede claro que solo se opone a que los menores jueguen con dinero, pero sin arremeter contra las loterías de la ONCE. Bien está lo que bien acaba. Por mi parte solo me queda felicitar a los promotores de la iniciativa y agradecer a la dirección de Sumar su capacidad de haber dialogado al respecto. Un éxito para ambos. Los clientes de los ciegos pueden seguir rascando y seguimos para bingo.