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MURCIA. Vox rompe con el PP en los cinco coaliciones autonómicos en los que gobierna, incluida la Región de Murcia. Deja el Gobierno regional y se marcha a la oposición. La decisión implica la salida de los dos miembros murcianos del Ejecutivo murciano cuando apenas se ha cumplido el primer año de legislatura y ni siquiera se ha llegado al aniversario del Gabinete autonómico. La medida supone, además, todo un tsunami político, porque deja al PP con la disyuntiva de gobernar en solitario o adelantar elecciones, una opción insólita en Murcia, y también porque aboca a Vox a quedar fuera de su capital político más preciado hasta ahora: los gobiernos autonómicos.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, se mantuvo fiel a su palabra y siguió adelante con su idea de romper. Lo anunció con retraso, más de una hora y media de lo previsto, tras acordarlo con la cúpula de Vox, reunida de urgencia esta tarde en Madrid para decidir los pasos a seguir tras conocer que las comunidades del PP, entre ellas la Región de Murcia, aceptan la acogida de 347 niños inmigrantes procedentes de Canarias y Ceuta para hacer frente a la grave crisis migratoria.
Esta decisión de los populares implicaba el traspaso de todas las barreras rojas de Vox, que en los últimos días había reiterado con insistencia que rompería sus pactos autonómicos si los albergues regionales acaban atendiendo a los menores. En su primera reacción, conocida en la noche de este miércoles, el propio Abascal dio por roto los pactos autonómicos y culpaba a Alberto Núñez Feijóo de obligar a sus barones. Y ahora se reafirma, abocando a su partido a volver a la oposición y dejar el poder. "Es imposible pactar con el que no quiere hacerlo", adujo Abascal, quien volvía a acusar a Feijóo de pretender "imponer políticas de fronteras abiertas" y esgrimió que "nadie ha votado" a Vox ni al PP para que se mantenga la "invasión" de emigración ilegal y de "menores no acompañados en España".
En el cónclave del Comité ejecutivo nacional participaron dos murcianos: el líder regional y vicepresidente de la Comunidad, José Ángel Antelo, y el portavoz municipal de Murcia, Luis Gestoso. Ambos llegaron a la sede nacional del partido, en la calle Bambú, con la tensión al máximo, pues los dos consejeros murcianos, el mencionado Antelo y el titular de Fomento e Infraestructuras, José Manuel Pancorbo, se habían ausentado de la reunión semanal del Consejo de Gobierno, evidenciando así su malestar con su socio, el PP. Ahora, tal y como explicó Abascal, Antelo dimitirá y dejará la Vicepresidencia.
Los populares, por su parte, ya se preparaban esta misma mañana para afrontar cualquier escenario: "Trabajamos todas las posibilidades y haremos siempre lo mejor para la Región, actuando con mesura y prudencia", admitía el portavoz de la Comunidad, Marcos Ortuño, quien se mostraba convencido de que, si finalmente se confirmaba el portavoz de Vox, "sería una decisión unilateral", pues, defendió, el PP "ha cumplido punto por punto el acuerdo programático".
En el caso de la Región, el conflicto se produce por 16 niños inmigrantes. La consejera de Familia, Conchita Ruiz, se había alineado con el resto de comunidades del PP para aceptar un reparto voluntario de 347 menores inmigrantes por todo el país, procedentes de Canarias y Ceuta. A la Región le corresponden 16 niños, la misma cifra acordada en 2022. "No se nos puede pedir que no atendamos a 16 personas sin familia, no se nos puede pedir que no seamos solidarios, cuando nosotros reclamamos solidaridad por el agua y la financiación", defendía Marcos Ortuño, a pesar de que "las instalaciones de la Región están colapsadas, con una sobreocupación del 200", pero remarcó: "No podemos darle la espalda a Canarias".
