análisis

¿Y por qué no elevar la inflación al estilo de los estadounidenses?

¿Subiría la tasa de inflación de la Eurozona si incluyese los costes de las viviendas ocupadas por sus propietarios? La economista tiene claro que no

24/02/2020 - 

MADRID. ¿Está al fin despegando la inflación en la Eurozona? Hasta hace poco no parecía el caso porque las tasas de inflación se han venido manteniendo por debajo del 1%. Ahora, cabe la esperanza de que registre al menos una moderada tendencia al alza. No nos referimos a precios erráticos o difíciles de controlar, como los de la energía (que se forman en el mercado mundial), los alimentos (que dependen del clima) o incluso los alquileres (que dependen de la regulación o de la escasez de oferta). 

Hablamos de los salarios, que desempeñan un papel importante en el precio de los servicios (excluidos los alquileres) y que vienen creciendo a un ritmo anual de más del 2,5% desde 2018. Es sólo cuestión de tiempo que las empresas les repercutan estas presiones salariales a los consumidores. Aunque el gasto en servicios solo representa aproximadamente un tercio de la cesta que se usa para medir la inflación, ha reducido sustancialmente el potencial bajista del índice de precios al consumo. Para el Banco Central Europeo (BCE), esto demuestra que su política monetaria está teniendo efecto en la evolución de la inflación, aunque sea lento.

Las tasas de inflación 'percibida', sin embargo, varían considerablemente. Además, el BCE se pregunta si la actual cesta de bienes y servicios refleja adecuadamente las presiones reales sobre los precios. Se supone que la autoridad monetaria abordará esta cuestión durante su 'revisión estratégica'. 

Los alquileres desempeñan una función importante en este sentido. Su peso es de tan solo un 6,5% en el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de la Eurozona. En España, donde la tasa de propiedad de vivienda es del 77%, los alquileres sólo representan el 3,1%. Los costes en los que incurren los propietarios de viviendas (compra, renovación, intereses) no se incluyen en el cálculo de la inflación.

Así que, ¿por qué no incluirlos en el índice de precios como se hace en Estados Unidos? Suponiendo que el alquiler y las viviendas ocupadas por sus propietarios (OOH) representaran el 33% de la cesta de bienes y servicios también en la Eurozona, la tasa de inflación habría fluctuado mucho más desde 2010 y, en algunos casos, habría superado en entre 0,2 y 0,5 puntos porcentuales la tasa registrada. Sin embargo, entre 2011 y 2013 habría sido inferior y, en general, habría arrojado valores similares. 

Un índice así reflejaría mejor la realidad de precios de los consumidores, pero no se habría traducido necesariamente en una política monetaria diferente durante la última década.

Ulrike Kastens es economista de DWS 

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