Abascal protagonizará en el Parlamento el rechazo al Gobierno de Sánchez e Iglesias, la "mafia socialcomunista"
MADRID (EP). Vox afronta esta semana con el debate en el Congreso de su moción de censura una de las citas más importantes de su corta trayectoria, con la que busca dar notoriedad a su rechazo frontal al Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos y a la vez desbancar al PP como líder de la oposición.
El líder del partido, Santiago Abascal, fue quien anunció en el mes de julio que presentarían una moción de censura contra Pedro Sánchez. Pero explicó que no la registrarían hasta septiembre para dar tiempo al diálogo con otros partidos e incluso pactar un candidato de consenso que suscitara más apoyos.
Pese a ello, finalmente será el propio Abascal el candidato y la moción llega a su debate con el único apoyo asegurado de los 52 diputados de Vox. Ciudadanos ha confirmado su voto en contra mientras que el PP mantiene en el aire si votará 'no' u optará por la abstención.
Esta postura de los 'populares' ha llevado al partido de Abascal a presumir durante las últimas semanas de ejercer una oposición "sin complejos" al Gobierno "socialcomunista" del Palacio de la Moncloa. "Si no quieren dar la batalla, no molesten", repiten algunos dirigentes del partido sobre la postura del PP de Pablo Casado.
El propio Iván Espinosa de los Monteros, portavoz en el Congreso, verbalizó este desafío la pasada semana en rueda de prensa en la Cámara Baja. "Los que quieran unirse a nuestra moción de censura, será bienvenidos. Pero los que no quieran contribuir a ejercer la oposición, que al menos no molesten", dijo ante los ataques recibidos por algunos dirigentes del PP como su secretario general, Teodoro García Egea.
Vox amplía esta labor de la oposición a la denominada "batalla de las ideas", y ello ha llevado al partido a confrontar al Gobierno también en los tribunales, con numerosos recursos e iniciativas judiciales, y en la calle. El último llamamiento a la movilización ciudadana tuvo lugar el pasado día 12 con motivo de la celebración del Día de la Fiesta Nacional, cuando llamó a la gente a manifestarse con banderas de España en contra del Gobierno y su gestión de la pandemia.
El partido de Abascal es consciente de que la moción de censura está prácticamente abocada al fracaso parlamentario, pero defiende que el resultado de la votación es indiferente porque "ya está ganada en la calle", según aseguran algunos de sus dirigentes.
El debate del próximo miércoles permitirá a Vox tener el protagonismo de la oposición al Gobierno y el partido lo ve como una oportunidad para capitalizar en las Cortes Generales el "descontento" con el Ejecutivo que existe entre la ciudadanía.
De hecho, ya ha empezado a amplificar su mensaje en las redes sociales, su principal canal de comunicación con sus simpatizantes, y esta semana lanzó una campaña bajo el título 'Comienza la cuenta atrás contra la mafia'.
Con imágenes de la manifestación del 8-M, reparto de alimentos entre personas desfavorecidas o miles de ataúdes, la campaña asimila la coalición PSOE-Unidos Podemos con la "ruina económica" o "la peor gestión de la covid-19 del mundo".
También plantea una consulta sobre la inmigración ilegal