MURCIA. Hay un nexo común en las artes y es el de ocultar determinadas cosas para que pueda aflorar la verdad. En el caso del teatro existe todo un entramado que el ojo del espectador no percibe y que forma parte del artificio que es necesario para representar una historia ante un público, que se olvida de los mecanismos que hacen posible los cambios de decorado o los efectos especiales. Vítor Mejuto se ha metido entre bambalinas para hallar las imágenes de lo que está detrás, de lo que no se ve, y traducirlas a su propio lenguaje pictórico, que se caracteriza por el uso del color y las formas geométricas. El resultado es Torreón de tramoya, la exposición que el artista catalán inaugura en el Espacio 3 del Centro Párraga de Murcia este jueves, a las 20.30 horas.
Así se lo explica a Murcia Plaza Joaquín Jesús Sánchez, crítico de arte, escritor y comisario de la muestra, quien señala que dentro de la sala se ha instalado una pequeña sala en forma de L que representa la parte visible del teatro (el telón, las butacas,...). Igualmente, indica que la exposición invita a hacer "un viaje por la tramoya, desde donde se cuelgan los elementos escénicos que se ocultan al espectador", haciendo referencia también a otros elementos como la cabina del apuntador, el diseño de carteles, los figurines o los programas de manos, entre otros.
Torreón de tramoya propone averiguar, en definitiva, lo que hay de teatro en la pintura y de pintura en el teatro; siendo éste último una disciplina artística que exige una voluntad por parte del espectador que no se encuentra en ninguna otra. "Uno tiene que querer ir, exige premeditación: comprar la entrada unos días antes, vestirse para la ocasión, desplazarse hasta el lugar, cruzar el vestíbulo con el programa de mano bajo el brazo, buscar la puerta, encontrar la butaca, sentarse, esperar a que se apaguen las luces,...", dice Sánchez.
Sobre Vítor Mejuto, el comisario sevillano destaca que es un artista con una dilatada experiencia, "con tablas", que se caracteriza por reelaborar las imágenes que se encuentra interpretándolas con su propio lenguaje pictórico, muy reconocible". Durante ese proceso, llega un momento que "la imagen que crea el artista se esquematiza (o se sustancia), se desvincula de su referente, rompe el vínculo, se reconfigura y asume sus propios códigos".
El artista catalán (Barcelona 1969) estudió en la facultad de Bellas Artes de Salamanca a finales de los años ochenta. Entre sus proyectos más relevantes destacan Pintor en la Corte (Formatocomodo, 2018), O livro das Palmeiras (Fernando Santos, 2018) y Naturales y Sociales (Trinta, 2019). Asimismo cabe mencionar su reciente estancia en la residencia artística Projeto Fidalga Residência de Sâo Paulo cuya exposición titula Copo Americano y su participación en la exposición colectiva sobre arte y diseño Drift en el Museo Naturgy Mac con la obra El silabario perdido.
Por su parte, Joaquín Jesús Sánchez (Sevilla, 1990) es crítico de arte, escritor y comisario de exposiciones. Escribe en ArtForum, Babelia y otras publicaciones culturales nacionales y ha colaborado con galerías e instituciones nacionales e internacionales como Espacio Valverde (Madrid), Galería Alegría (Madrid), La Gran (Valladolid), Art Nueve (Murcia), Krinzinger (Viena), Forsblom (Estocolmo), Maison Louis Carré (París), Satélite (México DF) o Yuz Museum (Shanghái). Colabora frecuentemente como docente en instituciones como La Casa Encendida.
Torreón de tramoya se podrá visitar de lunes a viernes, de 9.00 a 20.00 horas