MADRID (MP). Uno de cada tres españoles tiene varices. Así lo indica un estudio realizado por la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (Seacv). La dra. Paula Blanes, cirujana vascular en el Hospital IMED Valencia, explica su visión sobre esta afección que padecen en mayor medida las mujeres y que aparece con más frecuencia a medida que envejecemos.
Las varices se forman como respuesta a una expansión o dilatación de las válvulas venosas, “en muchas ocasiones provocadas por una hipertensión o por la propia debilidad y distensibilidad de las paredes de las venas”, señala la Dra. Blanes. Los síntomas más comunes de las varices son el ardor, la inflamación, las palpitaciones, los calambres y la fatiga en la pierna.
Diversos estudios han analizado en profundidad cuáles podrían ser los factores definitivos que causan las varices, pero no se ha podido llegar a conclusiones sólidas, aunque es cierto, que hay muchos factores ambientales que contribuyen al desarrollo de estas. Las dos variables principales que pueden propiciar la aparición de varices son el factor hereditario y factores de riesgo ambientales.
La transmisión vía hereditaria desempeña un papel importante en este tipo de fallos en las válvulas venosas, llegando a afectar a la salud de los descendientes. La prevalencia de las varices es de 43% en los parientes femeninos de los pacientes con venas varicosas, pero solamente 19% en los pacientes masculinos. Respecto a los factores de riesgo ambientales, indica la doctora, “la realización de trabajos que requieran estar mucho tiempo de pie fomentan la aparición de varices. De la misma manera, el embarazo causa la distensibilidad de las venas, al igual que el paso de los años, que atrofia las paredes de las venas”. El sedentarismo y por supuesto, la obesidad, concluye la especialista, son otros factores que favorecen esta dolencia.
Es un hecho que las mujeres parecen más propensas a padecerlas y así lo explica la Dra. Blanes, “las mujeres parecen ser más susceptibles a este problema, muy probablemente porque periódicamente las paredes de la vena y de las válvulas se vuelven más distensibles bajo influencia cíclica de los aumentos en la progesterona (hormona sexual femenina) “. La prevalencia de varices ronda el 41% en las mujeres de 40 a 49 años y el 24% en los hombres del mismo grupo de edad. Las mujeres de 60 a 69 años tienen una prevalencia del 72% frente al 43% de los hombres de ese grupo de edad.
Normalmente asociamos las varices a las piernas, pero pueden afectar otras zonas como nos matiza la doctora., “pueden aparecer venas dilatadas en las manos, el tórax central, el cuello, los hombros, la parte alta de la espalda y el pecho. Tras el embarazo también pueden aparecer varices vulvares y abdominales”.
La doctora Blanes destaca la importancia de la prevención y el cuidado para reducir el riesgo de padecerlas. ¿La mejor fórmula? “Una buena alimentación y una práctica habitual de ejercicio”, pero además de ello, también nos transmite que el uso de las medias de compresión en la zona afectada ayuda a mejorar y a prevenir el dolor de la insuficiencia venosa y que la aplicación de frío en el área en cuestión ayuda a aliviar esa presión, mientras que el calor está contraindicado.
La investigación en el campo de las varices se ha desarrollado de forma positiva en los últimos años, de manera que los tratamientos ya no son tan agresivos y principalmente consisten en pequeñas incisiones que consiguen reducir los hematomas y la neuritis. “Con esto conseguimos que los postoperatorios sean más cortos y sencillos, lo que permite que los pacientes puedan recuperar la actividad normal en pocos días”, destaca la coordinadora de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular de IMED Valencia.
Además del aspecto estético, existen otros riesgos que hay que analizar asociados a la aparición de varices. “Después de que se descarten las causas médicas graves, como por ejemplo la hipertensión de la vena porta o la insuficiencia cardíaca derecha, el aspecto cosmético puede tratarse con relativa facilidad”, resalta la Dra. Blanes.
La Unidad de Angiología y Cirugía Vascular de IMED Valencia utiliza las técnicas más avanzadas para el tratamiento de varices. Por un lado, el tratamiento ambulatorio, que consiste en un procedimiento quirúrgico sencillo, con anestesia local y con una recuperación post operatoria de una semana.
Para tratar las grandes venas superficiales (safenas), se aplica la técnica de endolaser, que consiste en extraer las varices a través de mini incisiones en la piel. Por su parte, para las venas varicosas pequeñas se utiliza la técnica de la escleroterapia que consiste en inyectar una sustancia química irritante dentro de la vena que hace que esta se inflame y se cierre. Esta técnica no requiere postoperatorio y se puede hacer en consulta externa.