masificación en algunas playas de la Región

Un día para olvidar la pesadilla de la covid: las playas, a tope

30/05/2020 - 

MURCIA. Basta con que algo nos haya estado vetado por un tiempo para que lo deseemos con más ganas. Y eso es lo que había este sábado: muchas ganas de playa, de sol y de sentir la libertad del mar para olvidarse por un rato de la pesadilla del coronavirus. Esa es la imagen que han dejado muchos rincones de la costa murciana el primer fin de semana de la fase 2, en la que está permitido el acceso a las playas y al baño, registrándose una afluencia mucho mayor de gente que en cualquier fin de semana de años anteriores por estas fechas. De hecho, se han producido escenas de masificación en algunas zonas, donde parecía que se estaba ya en pleno mes de agosto en vez de en los últimos días del mes de mayo. 

"Por un rato me he olvidado de todo lo que hemos estado pasando y he disfrutado de un paseo por la playa, de una cerveza en el bar que hay en la orilla y hasta he sido de los valientes que se ha dado un baño en el mar; aunque tengo que decir que el agua estaba helada", cuenta una cartagenera que aprovechó el día para acercarse a la playa de La Chapineta en La Azohía. "La sensación que he tenido es de normalidad, como si no hubiera coronavirus", añade, al tiempo que dice que "había bastante más gente de lo normal por estas fechas". De hecho, muchos fueron con la idea de pasar el día entero, con toldos para protegerse del sol y con la típica nevera para comer en la playa.

Mascarillas se vieron pocas, ya que los grupos que estaban en la arena no la llevaban -aunque la mayoría se cuidaron de mantener la distancia de seguridad con los 'vecinos'-, ni tampoco fueron habituales en los bares en primera línea del mar, donde se esmeraban por cumplir las medidas de higiene a las que están obligados. Tan sólo las personas que habían salido a dar un paseo caminaban con la cara cubierta. Esta cartagenera no se cruzó durante el rato que estuvo en esta playa con ningún policía.

Pero no en todas las playas había tanta tranquilidad. "Todo dios se ha venido hoy para la playa", comentaba por su parte un murciano en la playa de Levante de Cabo de Palos, donde se dieron cita familias con niños, muchos niños, jugando, paseando, haciendo deporte y disfrutando en la orilla (había pocos bañistas, ya que todos coinciden en que el agua está demasiado fría todavía). Ya por La Manga, se pudo ver a miembros de Protección Civil circulando con un vehículo 4x4 por la playa o haciendo rondas por la zona.

           

"La playa es grande y hay sitio para que estemos separados de otros grupos", comentaba una familia en la zona de Las Sirenas de La Manga, que, sin embargo, consideraba que "a la hora de ir y venir, la gente debería llevar las mascarillas, porque no siempre nos cruzamos a menos de dos metros". Y es que, precisamente, a esta altura fue donde más masificación se produjo, con presencia de muchos grupos de jóvenes.

Los que han agradecido esta mayor afluencia a las playas han sido los bares y restaurantes que sobreviven sobre todo gracias a su actividad durante los meses de verano y que aún no las tienen todas consigo respecto a cómo marchará la temporada. En el Caribe Bar, por ejemplo, que abre todo el año, andaban este sábado ocupados atendiendo mesas. "Algo se está notando", dice Juan, dueño de este veterano establecimiento al principio de La Manga, "pero hemos pasado 58 días fatales y todavía no sabemos por dónde va a salir esto".

Mientras tanto, los que pudieron se olvidaron de las noticias, los balances y las estadísticas durante una jornada de playa en la que todo parecía más normal de lo que realmente era, con escenas similares que se repitieron por el Galúa, la Cala del Pino o Isla Plana; así como en otras zonas de la costa murciana, algunas menos concurridas que otras. "Está bien olvidarse de los problemas por un rato, pero no nos olvidemos de las precauciones que tenemos que mantener para que esto no se repita", recordaba la familia de La Sirenas sin perder de vista a sus hijos en la orilla.