MURCIA (EP). Unas 500 calles repartidas por municipios de casi todo el país mantienen hoy en día nombres relacionados con la dictadura franquista, de las cuales 25 de ellas están dedicadas explícitamente al propio dictador. Sólo Baleares y País Vasco no tienen ninguna vía pública con nomenclatura franquista, mientras que la Región de Murcia cuenta con 41 calles. Así figura en los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) facilitados por el Gobierno después de tres años en los que más de 670 municipios han renombrado sus calles.
En concreto, 535 vías públicas conservan a día de hoy un nombre relacionado con la dictadura de Francisco Franco por las 1.211 calles que existían en el anterior listado elaborado por el INE y publicado por el Ejecutivo en el año 2017.
El Gobierno ha aportado este documento en respuesta a una solicitud de informe registrada en la Cámara Alta por Compromís. Esta misma formación obligó también en 2017 al anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy a publicar el callejero que por aquel entonces mantenía nomenclatura franquista.
El listado no específica si algunos nombres hacen referencia a dirigentes franquistas o tienen otras acepciones que nada tienen que ver con esta nomenclatura. Es el caso de 'Calvo Sotelo' del que no se discrimina en este documento entre el expresidente del Gobierno o el dirigente franquista. También de 'Mola', que puede entenderse en algunos municipios valencianos y catalanes como toponimia local y no en referencia al militar.
Franco sigue dando nombre a 25 calles
Durante estos tres años, más de 110 municipios han cambiado el nombre a calles que contenían una referencia explícita al dictador junto a los términos 'generalísimo' o 'caudillo'. En la actualidad, según el nuevo listado facilitado por el Gobierno, Francisco Franco sigue dando nombre a 25 vías públicas en España.
Según la lista, en España un total de 34 calles tienen todavía el nombre de José Antonio Primo de Rivera; 16, Queipo de Llano y 7, Millán Astray. El término 'Héroes del Alcázar' en relación a la batalla ocasionada en Toledo en la Guerra Civil tiene 10 calles en toda España y el líder falangista Onésimo Redondo da nombre a 28 vías públicas en la actualidad.
Las comunidades autónomas que más calles con nomenclatura franquista tienen son Castilla y León con 172, Castilla-La Mancha con 104 y Murcia con 41. Por su parte, el País Vasco y Baleares son las únicas comunidades que no tienen vías públicas con nombres relacionados con la dictadura.
La retirada de estos vestigios franquistas ha sido objeto de polémica en numerosas ocasiones como ocurrió por ejemplo durante el mandato de Manuela Carmena en Madrid. El PP llegó incluso a pedir su inhabilitación por una posible "prevaricación" al quitar el nombre de ciertas calles.
Compromís pide una ley "más contundente"
La Ley de Memoria Histórica obliga a las administraciones públicas a retirar simbología relacionada con la dictadura y recoge la posibilidad de retirar subvenciones o ayudas públicas a las entidades que no lo hagan. No obstante, el senador de Compromís, Carles Mulet, ha instado al Gobierno a elaborar una ley "más contundente" que recoja un régimen sancionador más severo.
"Venimos denunciando la necesidad de tener una ley más contundente. No existe una norma estatal que obligue a la retirada, sí que está especificado en la Ley de memoria histórica pero no el cómo ni el cuándo, por eso vemos como hay ayuntamientos que nos dicen que como no hay ningún régimen sancionador no pasa nada", ha denunciado Mulet en declaraciones a Europa Press.
Desde Compromís defienden que reiniciarán una campaña de requerimientos a los ayuntamientos para que retiren la nomenclatura franquista de las vías públicas como la que puso en marcha Mulet en 2017. El senador valenciano ha lamentado que sea una formación de ámbito valenciano quien se dedique a retirar centenares de callejeros en "toda España".
Durante esta época de requerimientos a los ayuntamientos el propio Mulet ha protagonizado algunos encontronazos con alcaldes de varios municipios, algo que provocó que estuviera a punto de ser reprobado en la Cámara Alta a instancias del PP.