MURCIA (EP). Un estudio liderado por el científico Javier Sáez Valero del Instituto de Neurociencias UMH-CSIC en Alicante ha determinado que un análisis de sangre que cuantifique la proteína celular ACE2, que permite la entrada del coronavirus en las células, así como los fragmentos de ACE2 que se producen como consecuencia de la interacción con el virus, podría ser un método "sencillo y eficaz" para llevar a cabo el seguimiento de la infección.
El trabajo, llevado a cabo durante la primera ola de la pandemia y y publicado en 'FASEB Journal', comprobó que los pacientes con Covid-19, en fase aguda de la infección, tienen niveles significativamente reducidos en la sangre de la proteína completa ACE2, a la que se une el SARS-CoV-2 para entrar en las células en comparación con los controles sanos.
Además, están aumentados en su sangre los niveles de un fragmento de la proteína ACE2 de un peso molecular menor (70 kDa) que se forma como resultado de la interacción con el virus y que vuelven a la normalidad después de la recuperación entre los 58 y 70 días.
Por ello, esto sugiere que ambas formas de ACE2 presentes en el plasma podrían utilizarse "como un buen biomarcador" de la evolución de la infección por coronavirus. Además, los niveles de la ACE2 truncada sirvieron para discriminar entre los pacientes infectados por el SARS-CoV-2 y los infectados por el virus de la gripe A, según ha informado el Instituto de Neurociencias en un comunicado.
"En este trabajo hemos estudiado los niveles del receptor del coronavirus en nuestro organismo, la proteína ACE2, y hemos podido determinar que existen diferentes formas de la proteína en el plasma, y que parte son fragmentos proteolíticos del receptor ACE2 que se generan al interaccionar con el virus", ha explicado Sáez Valero.
Igualmente, ha señalado que en el estudio también se encuentra la proteína completa en el plasma "que da información de cómo están de afectados los tejidos durante la infección". Aunque la línea habitual de trabajo del grupo es el Alzheimer, el "parecido" de la ACE2 con proteínas características de esta enfermedad hizo pensar al investigador que quizá ACE2 podría estar presente en el plasma, proporcionando información de su interacción con el coronavirus.
"Nuestro acercamiento a esta línea de trabajo y a la posibilidad de que la ACE2 fuera una proteína importante para indicarnos los cambios que ocurrían durante la infección con covid-19 realmente surge de nuestra línea principal de trabajo, que es el Alzheimer. En esta enfermedad neurodegenerativa investigamos proteínas, como la APP, que están presentes en el líquido cefalorraquídeo", ha indicado. "Esa fue la pista que nos llevó a pensar que con la proteína ACE2 podría ocurrir lo mismo. Y de ahí surgió la idea de investigar esta proteína como posible biomarcador", ha añadido Sáez Valero.
Las muestras y los datos de los pacientes incluidos en este estudio fueron proporcionados por el Biobanco ISABIAL, integrado en la Red Nacional de Biobancos de España y en la Red Valenciana de Biobancos. Así, se incluyeron 59 pacientes con una prueba de reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa (RT-PCR) positiva para el SARS-CoV-2 en hisopos nasofaríngeos, de los que 24 eran mujeres y 35 hombres, con una edad media de 64 años.
Todos fueron hospitalizados entre 7 y 9 días después de la aparición de los síntomas. De ellos, 48 pacientes infectados por el SARS-CoV-2 sufrieron una presentación moderada de covid-19 y 11 se consideraron graves, ya que padecieron insuficiencia respiratoria que requirió ventilación mecánica invasiva o tratamiento en la unidad de cuidados intensivos.
También se analizaron dos grupos adicionales, uno de 17 participantes (9 mujeres y 8 hombres), que incluían personas de 34 a 85 años con neumonía por el virus de la gripe A. El otro grupo estaba formado por 26 controles sin enfermedad (14 mujeres y 12 hombres) con edades entre 34-85 años. Para el "grupo de la gripe A", las muestras se tomaron también en la fase aguda, antes del tratamiento hospitalario específico.
Por último, los investigadores observan que se debe seguir investigando la utilidad como biomarcadores del proceso de la enfermedad puesto que las alteraciones de las formas de ACE2 presentes en el plasma tras la infección por el SARS-CoV-2 también sirvan para evaluar la eficacia de la vacunación. "El siguiente paso será investigar qué ocurre con estas proteínas en las personas asintomáticas con PCR positiva y en personas vacunadas", ha matizado el experto.
En este estudio multicéntrico ha sido liderado por Javier Sáez Valero y ha contado con primeros autores como María Salud García Ayllón, del Instituto de Neurociencias UMH-CSIC, y Óscar Moreno Pérez, del Hospital General Universitario de Alicante (HGUA) y del Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL), Esperanza Merino, José Manuel Ramos Rincón, Mariano Andrés, José Manuel León Ramírez, Vicente Boix y Joan Gil.
También ha participado María Ángeles Cortés Gómez del Instituto de Neurociencias UMH-CSIC. El estudio cuenta con la colaboración de prestigiosos grupos nacionales, Mariano Esteban y Juan García Arriaza del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC; e internacionales, Henrik Zetterberg y Gunnar Brinkmalm del Hospital Universitario de Sahlgrenska, en Suecia. Por su parte, los investigadores Sáez Valero, Salud García Ayllón y Cortés Gómez pertenecen también al Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED).