MURCIA. La escritora y periodista Sylvia de Béjar será la próxima ponente del Ciclo Amor y felicidad -que se lleva a cabo en el entorno del Mirador de la Bahía en Mazarrón-, este viernes, a las 21.30 horas. Con un sugerente título, El sexo es el mejor pegamento de la pareja, esta nueva ponente continuará profundizando en la relación que existe entre amor, sexo y felicidad. Además, supondrá una oportunidad para escuchar a la autora de los libros Tu sexo es tuyo y Deseo, entre otros; obras que están consideradas de referencia y fueron premiadas por la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual en 2010. Las diferentes concepciones del sexo de hombres y mujeres, los problemas de pareja, la educación sexual y el rol de la mujer son algunos de los temas sobre los que habla la escritora en esta entrevista con Murcia Plaza.
- El sexo es el mejor pegamento de la pareja, ¿es tan importante para el buen funcionamiento de una relación?
- Si fuéramos seres independientes, sin problemas económicos, probablemente sería mucho más notable. Normalmente, el hecho de que el sexo no funcione bien está ligado con otro tipo problemas en la pareja. La sexualidad necesita de la comunicación, de la confianza y si algo falla en la pareja, evidentemente, repercute a las relaciones sexuales. Cuando la sexualidad es satisfactoria pesa como un 20% en la relación marital, pero cuando es mala supone un 90% de la relación porque suele acarrear incomodidad y problemas de convivencia. El buen sexo genera endorfinas y sentimientos de apego que, si no existen, repercuten en todo lo demás.
- ¿Por qué crees que la mujer, por lo general, suele sentir más a menudo insatisfacción que el hombre?
- El sexo está muy pensado para proporcionarle placer al hombre, estamos en un modelo androgénico, donde el hombre es el protagonista. El hombre es el que marca la sexualidad y dirige las relaciones sexuales al coito, que no es lo más satisfactorio para la mujer porque elude la estimulación del clítoris. Este modelo está costando mucho cambiarlo y, evidentemente, si la mujer no asocia el sexo al placer, pierde el interés por él. Además, las mujeres vinculamos el sexo a circunstancias emocionales. Si ella no se siente valorada o apegada a su pareja, pierde el interés sexual con ella.
- Se suele afirmar que los hombres piensan más en sexo que las mujeres, ¿esto puede ser también fruto de las diferencias sociales que persisten entre ambos géneros?
- Los hombres tienen muchos más imputs visuales, aparte de la testosterona. Son más buscadores de porno y suelen invertir mucho más tiempo en hablar con otros hombres de sexo. Además, las mujeres están muy ocupadas de su jornada laboral, de la familia, del cuidado de los suyos y de los problemas que la rodean. El hecho de que muchos hombres continúen sin asumir determinadas responsabilidades, conlleva que tengan más tiempo libre para pensar en otras cuestiones como el sexo.
- Quizá los prejuicios le siguen pesando a las mujeres, pese a que se hable de cierta liberación y de la revolución del satisfyer.
- La educación influye indudablemente y la doble moral sigue presente. El hecho de que se señale o se juzgue como sucio o como algo malo determinado comportamiento de libertad sexual de la mujer, influye y cohíbe. Respecto a lo del satisfyer, a mí me hace gracia porque suena a una especie de venganza hacia el hombre. ¿Para qué quiero al hombre si esto me resulta mucho más fácil? Aquí las mujeres se plantean: ¿y si el problema no es mío? Realmente, el problema no es ni del hombre ni de la mujer, es cuestión de conocer y aprender.
- ¿La falta de educación sexual puede que sea parte de este problema?
- La educación sexual ayudaría a vivir la sexualidad con normalidad, a despojarnos de culpabilidades y a asociar el sexo a algo positivo. Cuando se habla únicamente de la salud sexual y de la importancia de los métodos anticonceptivos, lleva a que los jóvenes solo se queden con la parte de “los peligros” del sexo.
- Esta falta de educación sexual conduce a que muchos jóvenes conozcan el sexo a través de la televisión o de la pornografía, ¿crees que esto deviene en futuros problemas en sus relaciones?
- Los jóvenes se educan en base a escenas de películas de Hollywood, donde el sexo evidentemente es mentira, y con la pornografía. La aparición constante de pornografía y la falta de educación, tanto por parte de las escuelas como de los padres, hace que los niños desde edades tempranas se eduquen a través del porno. Un niño o un adolescente no tiene la madurez psicológica para discernir si eso que está viendo está bien o si se corresponde con la realidad, por tanto, genera un gran problema en sus futuras relaciones porque ha asumido que el sexo funciona como en las películas porno. Las herramientas de educación sexual podrían evitar que los menores consumieran esta industria y que distinguieran la realidad de la ficción.
- Otro gran problema del sexo en las parejas es la falta de comunicación, ¿sigue siendo un tabú?
- Tememos la reacción del otro, y la vergüenza y los miedos nos impiden comunicarnos con la otra parte para poder llegar a encontrarnos en un punto de satisfacción mutua.
¿La famosa monotonía incide en los problemas de pareja y la falta de deseo?
Yo creo que se trata de una excusa. Cuando no trabajas y no te esfuerzas por cuidar a tu pareja y la relación, evidentemente, se resiente y comienzan a aparecer los problemas. Además, yo diría que es un problema de infantilismo porque buscamos que vengan alguien y nos lo arregle de forma mágica, cuando en realidad son los miembros de la pareja los que tienen que buscar los errores para enmendarlos.
Cuando no hay problemas fuera del sexo, ¿cuáles son las razones para acudir a consulta?
- En el caso de las mujeres, son cuestiones de inseguridad, falta de deseo y de dificultades para obtener placer en las relaciones sexuales. En cuanto a los hombres, su falta de deseo suele venir a raíz de problemas de disfunción eréctil porque prefieren no desear a reconocer que tienen este problema.