MURCIA Ha hecho falta analizar el escenario, medir los espacios, crear protocolos,... pero ya está todo listo para que los músicos que forman parte de la gran familia que es la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia (OSRM) puedan volver a reunirse para hacer lo que mejor saben y lo que les hace felices: trabajar con sus instrumentos, juntos y sobre un escenario. Ese día está más cercano, ya que si nada lo impide será el 1 de junio cuando la formación volverá a verse las caras, sin ninguna pantalla de por medio, en su sede, el Auditorio Víctor Villegas, y en lo que será su primer ensayo tras el confinamiento. Así lo confirma el gerente de la Fundación OSRM, Alberto Garre, quien contesta a las preguntas de Murcia Plaza.
Vuelven a reanudar el trabajo conjunto de forma presencial en breve, ¿cómo han llevado este paréntesis?
El equipo técnico y administrativo de la Fundación Orquesta Sinfónica Región de Murcia no ha dejado de teletrabajar en ningún momento (programación, creación de nuevas fórmulas, reuniones virtuales con artistas, tormentas de ideas...), pero tampoco la parte artística ha parado, puesto que los músicos dedican de forma habitual un gran número de horas a estudio personal y eso ha seguido siendo así. Además, hemos ido creando contenido para nuestras redes y canal de Youtube mediante grabaciones individuales y colectivas. Y a partir del 1 de junio, si la situación lo permite, comenzaremos con el trabajo de conjunto en el Auditorio Regional, con la colaboración del ICA.
¿Qué condiciones y qué medidas de seguridad necesita una orquesta como la OSRM para volver a reunirse?
Todas las estipuladas por Sanidad para garantizar la máxima seguridad de los profesores de la orquesta y el personal administrativo y técnico: desde separación de dos metros entre instrumentistas, hasta mamparas, EPI, adaptación de los horarios de ensayos y eliminación de descansos para no ocupar áreas comunes del Auditorio... Además, todos los miembros de la orquesta recibirán estos días formación online sobre seguridad laboral y están citados para realizarse los tests de inmunidad de forma voluntaria con el fin de comenzar el trabajo de conjunto presencial con total garantía.
¿Volverá la Sinfónica de la Región con todos los miembros que la componían antes de la pandemia?
Volverá toda la plantilla orgánica de la orquesta sin excepción. De hecho, los proyectos que se avecinan requieren de la participación de todos y cada uno de sus miembros.
¿Han tenido que adaptar sus proyectos a los nuevos tiempos? ¿Cuándo creen que podrán tocar delante del público?
Seguiremos ofreciendo nuestra música a toda la Región de Murcia ayudándonos de las nuevas tecnologías y de los medios de comunicación. Siempre hemos sido una orquesta versátil y decidida a la hora de emprender proyectos nuevos que vienen a 'reinventar' el concepto de orquesta sinfónica al uso y esta vez no va a ser menos. Mientras esperamos el momento de reencontrarnos con el público, que deseamos sea pronto, le estamos dando forma a alguna idea novedosa que podría aproximarnos al público de una forma un tanto diferente.
Ustedes son como una gran familia, ¿cómo han vivido estar alejados no sólo de los compañeros, sino también del público durante este tiempo?
Ha sido duro, porque ésta es una profesión de contacto, de trabajo en equipo, de absoluto engranaje de piezas y es a lo que estamos acostumbrados. No obstante, ha sido sorprendente ver la capacidad de adaptación de todos los trabajadores. Ese engranaje se ha extrapolado al mundo digital y ha resultado muy productivo y beneficioso para que el arranque físico sea fluido. El no haber desconectado los unos de los otros en ningún momento ha hecho que el concepto de familia no haya desaparecido en ningún momento.
¿Cómo ha respondido el público de la OSRM a los conciertos online, con cada músico desde su casa, que han ofrecido y cómo lo han vivido los integrantes de la orquesta?
La experiencia ha sido maravillosa por la respuesta del público, que nos ha demostrado una vez más su enorme cariño. En nuestro último vídeo, Barcarolle de Offenbach, nuestra directora, Virginia Martínez, quiso dirigirse a la sociedad murciana para agradecer los mensajes que nos llegan a diario dándonos ánimos, echándonos de menos y agradeciendo nuestra labor. A nivel técnico ha sido más complicado, ya que el montaje de los vídeos colectivos se ha hecho respetando el sonido original de cada instrumento, lo que otorga un punto de dificultad a la hora de ensamblar las partes, pero también con una verdad musical que nos hace sentir muy orgullosos.
¿Qué proyectos que quedaron interrumpidos por la covid-19 va a retomar la orquesta?
Teníamos una agenda muy completa cuando se decretó el estado de alarma, desde conciertos de nuestro abono sinfónico en Murcia y Cartagena (incluyendo algunos de tanta envergadura como el estreno absoluto del Stabat Mater, de Moreno-Buendía o la sinfonía Leningrado de Shostakovich), hasta Conciertos en Familia, actuaciones dentro de los ciclos de Promúsica Águilas y Murcia, un concierto dentro del Festival Murcia 3 Culturas... Debemos matizar que los proyectos que no se han llevado a cabo no se cancelan, sino que mantenemos los compromisos adquiridos y se van a ir reubicando. En el caso de los conciertos escolares hemos tratado de hacer llegar a los centros educativos las grabaciones de los proyectos didácticos. Prueba de ello fue Percusionando. Un viaje con la Familia Baquetín, que emitimos el 28 de abril, día en el que debía celebrarse en el Auditorio y que fue visto en unas horas por más de 15.000 personas. También lo haremos con ÖSRM Trá-Trá, el concierto para alumnos de Secundaria que debería celebrarse el 1 de junio y cuya grabación emitiremos por Youtube para suplir la asistencia de los más de 4.000 estudiantes que tenían previsto presenciarlo en directo.
Si algo ha quedado demostrado durante el confinamiento es que la sociedad tiene 'hambre' de cultura. ¿Qué reflexión hacen sobre este consumo de contenidos culturales durante la pandemia?
Nosotros sabíamos del poder de la cultura, en general, y de la música, en particular, a la hora de afrontar situaciones difíciles, pero qué duda cabe que con este confinamiento ha quedado más patente que nunca porque a todos nos ha afectado y hemos buscado nuestras propias válvulas de escape. La OSRM es una formación con un alto grado de implicación social (conciertos benéficos, actuaciones en hospitales, las campañas solidarias...) y la respuesta de la gente es siempre extraordinaria, de un agradecimiento enorme. Por eso supimos desde el principio que teníamos un papel importante en esta situación y lo hemos tratado de hacer con humildad y dentro de nuestras posibilidades, con todo el apoyo de la Consejería de Cultura.
Niños, mayores, seriedad, humor,... la OSRM se ha convertido en una orquesta muy versátil y que ha contactado con diferentes públicos. ¿Es esta la clave de que esté tan arraigada en la sociedad murciana?
Creemos que sí. Hemos sido pioneros en varios proyectos y siempre decimos que hacemos todo tipo de música para todo tipo de público, desvinculándonos en cierta manera de la imagen 'encorsetada' y clásica que a veces se tiene de una formación sinfónica. De ahí que llevemos tantos años creando productos nuevos, realizando maridajes musicales, ideando contenido para niños y jóvenes, buscando fórmulas para atraer nuevos públicos... Todo ello sin dejar de lado nuestro trabajo más tradicional, el que demanda una gran parte de la sociedad, como son nuestros conciertos de abono, que siguen una línea más clásica, pero en el que a veces también incluimos alguna pequeña licencia que nos muestre como una orquesta viva, joven y cercana a todas las edades.
¿Cómo se ve la orquesta en el futuro? ¿Se seguirá reinventando?
Por supuesto. No concebimos otra forma de trabajar que no sea soñando y cumpliendo esos sueños, por inalcanzables que parezcan. Se lo debemos a la sociedad y a todos los que nos siguen y apoyan en nuestra Región.