Sánchez no aclara si mantiene su compromiso de recuperar en el Código Penal el delito de convocatoria de referendos ilegales
CASTELLÓ. (EP). El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha subrayado este jueves que el diálogo sobre la "crisis política" que se vive en Cataluña ha de darse en primer lugar en el seno del Parlamento catalán, donde ha pedido que se active la mesa de partidos ya existente.
Así ha respondido en rueda de prensa conjunta en el Palacio de la Moncloa con el presidente electo del Consejo Europeo, Charles Michel, tras ser preguntado por la mesa de partidos extraparlamentaria que reclaman los independentistas apelando al espíritu de la Declaración de Pedralbes suscrita por Sánchez y el president Quim Torra en diciembre de 2018.
Los independentistas de ERC han mantenido una primera toma de contacto este jueves con la 'número dos' del PSOE, Adriana Lastra, de la que han salido manteniendo su posición de votar en contra a la investidura de Sánchez mientras éste siga instalado en la "vía represiva" para afrontar el "conflicto político".
En su comparecencia ante los medios de comunicación, Sánchez no ha llegado a hablar de "conflicto" en Cataluña como así aparecía recogido en la Declaración de Pedralbes, pero sí ha abandonado su habitual mención al problema en Cataluña como una "crisis de convivencia" para hablar hoy de una "crisis política" y "territorial" que requiere de una "solución política".
Sánchez ha puesto en valor que el PSOE y Unidas Podemos constituyen las dos "únicas" organizaciones políticas a nivel nacional que "apuestan por el diálogo dentro de la Constitución para resolver la crisis política en Cataluña".
"Nosotros vamos a defender siempre el diálogo dentro de la legalidad y vamos a manifestar siempre nuestra voluntad de superar esta crisis política mediante el diálogo dentro de la Constitución", ha incidido.
Ahora bien, cuando se le ha preguntado si ve conveniente recuperar la mesa de partidos extraparlamentaria que llegó a aceptar el PSOE cuando intentó recabar el apoyo de ERC para la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado, Sánchez ha subrayado que ese diálogo ha de darse en primer lugar en el seno del Parlamento catalán.
"Lógicamente los primeros que tienen que hablar son los catalanes. Hay una mesa en el Parlament que tiene que ser activada por los líderes independentistas, que tienen que hablar con la parte no independentista de Cataluña", ha indicado.
La aceptación por el Gobierno de una mesa de partidos a nivel nacional, fuera de las instituciones y coordinada por la figura de un relator, provocó una convulsión dentro del PSOE, donde se alzaron las voces contrarias a encauzar un diálogo político sobre el problema de Cataluña fuera del Parlamento.
El Ejecutivo frenó entonces la iniciativa alegando que no estaba dispuesto a que esa mesa de partidos se pusiera en marcha para hablar de un referéndum de autodeterminación y encallaron las negociaciones con el independentismo. ERC anunció entonces la presentación de una enmienda a la totalidad de los Presupuestos, lo que precipitó el adelanto electoral.
Lo que no ha querido aclarar Sánchez es si mantiene o no el compromiso que asumió en el debate electoral para recuperar en el Código Penal el delito de convocatoria de referendos ilegales, eliminado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Preguntado expresamente por ello, se ha limitado a señalar que nos encontramos en los primeros días posteriores a las elecciones, en los que el PSOE y Unidas Podemos han sido capaces de alcanzar un acuerdo "histórico" para la "gobernabilidad" del país.
Ahora, "se está elaborando" el programa del Gobierno de coalición que deberá esbozar en su discurso de investidura, que redactará en colaboración con "los socios de gobierno", ha precisado.
Con sus socios tendrá que acordar, ha abundado, qué propuestas harán "en múltiples ámbitos, desde el punto de vista social, de la transición ecológica, del crecimiento económico, la creación de empleo, la dignidad salarial y también de la cohesión territorial y la crisis territorial que se vive en Cataluña".
"Pero vamos paso a paso", ha señalado después de reconocer que el problema de Cataluña no se va a resolver en uno ni en dos meses, sino que requiere "tiempo, generosidad, y sentido de Estado por parte de todos".
A los que ya anuncian su intención de votar en contra de un Gobierno del PSOE y Podemos, como es el caso de PP y Ciudadanos, les ha señalado que éste es el único Ejecutivo posible y les ha instado a explicar "qué alternativa" proponen ellos.
Ha sido en este momento cuando Sánchez ha apelado a la "responsabilidad y generosidad de todos los partidos", con la única excepción de la "ultraderecha", para que "dejen paso al único gobierno posible que se puede formar" en España y que a él le gustaría poder tener en marcha en diciembre.
Sánchez tampoco ha dado explicaciones de por qué en menos de 24 horas aceptó el Gobierno de coalición con Podemos que se pasó meses negando por inviable y que ahora define como "ilusionante" por ser la primera coalición que habrá en la actual democracia y encima entre dos fuerzas progresistas.
Ahora bien, ha reconocido que precisamente por su novedad conlleva "un plus de dificultad". Sánchez ha señalado que el preacuerdo firmado por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, le ofrece suficientes garantías con respecto a la necesidad que tenía el PSOE de conformar un Gobierno "cohesionado" y "solidario en cuanto a las responsabilidades".
"Eso está perfectamente recogido en el preacuerdo. Lo está en cuanto a la solidaridad, la lealtad, y los elementos esenciales de toda acción de gobierno. Desde ese punto de vista se justifica", ha abundado.
Sánchez también ha justificado la premura con que se alcanzó el acuerdo por la "ambición" que tanto el PSOE y Podemos tenían de "superar el escenario de bloqueo y ofrecer una salida para resolver la crisis de gobernabilidad". "Estoy satisfecho", ha zanjado.