MURCIA. Un garrote vil a tamaño real y funcional; una pieza tejida por la artista con la imagen de la última ejecución publica que se llevó a cabo en España, concretamente en Murcia, a finales del siglo XIX; y un vestido negro de la época, que representa lo fúnebre, lo femenino y los antiguo. Son los elementos de la instalación 1896, que se puede contemplar en la sala La Capilla (Rectorado, edificio de La Convalecencia de Murcia), y con la que Lorena Camacho ha querido realizar una reflexión conceptual sobre este último ajusticiamiento público.
Fue tal "el impacto mediático que tuvo el suceso, la reclusión, el proceso y la ejecución, que se convirtió en una especie de Sálvame de la época", relata la artista. Lorena Camacho recuerda la terrible historia: La murciana Josefa Gómez Pardo -a la que los medios bautizaron como 'La perla' por ser éste el nombre de la pensión que regentaba- mató a su marido y a una chica de trece años que trabajaba para ellos en la pensión. Lo hizo añadiendo estricnina al café de su esposo, que fue apurado por la chica cuando lo recogió. Tanto el hombre como la joven murieron envenenados.
Considerada culpable, aunque ella declaró que lo hizo sólo para reducir el vicio por la bebida y el juego de su marido, la murciana fue ejecutada públicamente el 29 de octubre de 1896 y su cuerpo fue exhibido durante horas. "Cerca de 13.000 personas presenciaron el ajusticiamiento. Además se produjo una auténtica peregrinación para ver el cadáver", señala Lorena Camacho, quien ha trabajado sobre la idea de que "la muerte puede llegar a convertirse en un espectáculo" .
Para llevar a cabo la muestra, la artista -quien ha hecho su tesis sobre ritos funerarios-, se informó sobre el caso en el Archivo Provincial. Así ha podido consultar algunas de las numerosas noticias que los periódicos Diario de Murcia y Provincias de Levante publicaron referentes al proceso de reclusión de Josefa y a los muchos intentos de que fuera absuelta. "Estas noticias, a la vez que se hacían eco de una posible injusticia, indirectamente terminaron espectacularizando el caso, cuyo éxtasis culminó en la masiva visita al cadáver de la protagonista. Es un ejemplo del morbo que puede despertar la muerte", apunta. De hecho, resalta que "cerca de 30.000 personas acudieron a ver el cuerpo de la ajusticiada".
"A través de 1896, trato de reflexionar sobre el contorno que delimita la responsabilidad moral que invita a no mirar hacia otro lado y la secreta complacencia de asomarnos al abismo y ver qué hay; me pregunto dónde termina la implicación de los medios y el público, y comienza el espectáculo y la cosificación”, explica la artista, quien compara lo que ocurrió a finales del siglo XIX con lo que sucede actualmente con las redes sociales.
Lorena Camacho tenía especial interés por exponer su obra en un espacio como el de La Capilla del Rectorado, por las condiciones arquitectónicas y ambientales que ofrece. Lo ha podido hacer gracias a una convocatoria realizada por la Universidad de Murcia. La instalación, comisariada por Lorena Amorós, podrá visitarse hasta el próximo 19 de diciembre de 2019 de lunes a viernes, de 9.00 a 21.00 horas.