MURCIA. El Ministerio de Educación y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) han premiado un proyecto del Ayuntamiento de Murcia en la quinta edición del Concurso de Buenas Prácticas Municipales en la prevención e intervención frente al absentismo y el acoso escolar. Así, la Comisión de Valoración de este certamen ha comunicado al Ayuntamiento que el proyecto titulado De Refuerzo Educativo y Prevención del Absentismo Escolar con Voluntariado Social, de la Concejalía de Derechos Sociales, ha sido premiado en la categoría de municipios de más de 20.000 habitantes. La entrega del galardón se realizará en una ceremonia que se convocará próximamente.
Para la concejala Pilar Torres, "proyectos de este tipo son los que dan sentido al trabajo de la Concejalía porque brindan atención y apoyo a los más necesitados, que son nuestra prioridad más absoluta". El proyecto premiado se lleva a cabo desde hace dos décadas. Durante ese tiempo han participado en el mismo más de 2.000 voluntarios que han posibilitado con su trabajo que 2.500 menores vulnerables continúen con sus estudios.
Los resultados del proyecto ponen de manifiesto su utilidad, ya que "más del 95% de los niños participantes ha terminado la educación Primaria y ha continuado estudiando en Secundaria", ha expuesto la concejal Pilar Torres. Además, la mayoría de los escolares atendidos por los voluntarios se han acogido al Programa de Mejora del Aprendizaje y del Rendimiento (PEMAR), lo que ha contribuido a que prosigan con su formación de forma exitosa.
Los destinatarios del proyecto son en su mayoría menores derivados por las unidades de trabajo social y por los equipos especializados de la Concejalía. Se trata de niños y adolescentes que están escolarizados y en los que los técnicos detectan que puede existir riesgo de absentismo escolar. Para corregir esta situación, se pone a su disposición una labor de acompañamiento.
Los voluntarios trabajan con los estudiantes cuestiones como el compromiso y la autoayuda, así como la importancia de la promoción educativa para su desarrollo y se potencia la relación familiar de los menores con sus progenitores. Los centros educativos que cuentan con menores que forman parte de este proyecto realizan evaluaciones anuales en las que muestran su grado de satisfacción con las actividades realizadas con sus alumnos.
Los resultados muestran como los responsables de los colegios manifiestan que los menores participantes mejoran su comportamiento en clase y se implican más en las tareas diarias que les encomiendan los profesores.
A los niños que forman parte del proyecto se les realiza un seguimiento posterior. Esta labor la realizan los centros de Servicios Sociales, a través de las unidades de trabajo social, los equipos de Desprotección Infantil, el equipo de Intervención con Familias en Situaciones Especiales y los técnicos del Programa de Acompañamiento para la Inclusión.