MURCIA. A veces las cosas suceden en los momentos más inesperados, en los tiempos más extraños o en las circunstancias más excepcionales. Pero qué se le va a hacer, porque éste, el del coronavirus, está siendo el año de Arde Bogotá, la banda formada por cuatro muchachos de Cartagena que si imprimieran tarjetas de presentación deberían poner algo así: "Actitud, potencia y elegancia. Rock y rebeldía. Va por ti". Porque si por algo se caracteriza este grupo, que hoy lanza su primer EP, El tiempo y la actitud, es por su estilo directo, por golpear con sus sonidos y sus letras a quien le escuche de forma individual, de tú a tú, al oído, pero bien fuerte.
"Dentro de todo lo que ha pasado, nosotros no nos podemos quejar, somos afortunados, porque siendo una banda emergente y todavía creciendo, cualquier cosa expositiva nos beneficia Es un año difícil para decir que es nuestro año, pero te lo compro", asume Antonio García, voz incendiaria y guitarra de Arde Bogotá, donde comparte inquietudes con Pepe Esteban (bajo), J. Ángel Mercader (batería) y Daniel Sánchez (guitarra). Y es que la banda cartagenera no sólo estrena hoy EP, también acaban de 'regresar' del Latin Alternative Music Conference (LAMC), el festival de música latina independiente que se suele tener lugar en Nueva York, pero que este año se celebró virtualmente. Antonio suspira. Otra vez será lo de viajar a la gran manzana.
"Ha sido una oportunidad muy interesante para nosotros, para abrir un mercado nuevo, porque al final como músico tú lo que quieres es que la mayor cantidad de gente posible escuche tu trabajo y participe de él, se una a lo que estás proponiendo", comenta el vocalista de Arde Bogota, quien destaca que se trata de un formato de festival distinto, ya que hay muchas ponencias sobre cuestiones de actualidad en la industria de la música, promoción,... "Ha sido un gustazo y estamos supercontentos", dice sobre este importante certamen en el que compartieron cartel con artistas como Mala Rodríguez, Juanes o la medio murciana Rozalén.
Pero ya de vuelta de este viaje virtual toca hablar del lanzamiento de El tiempo y la actitud, con cinco canciones de las cuales ya habían avanzado tres: Antiaéreo (el tema que les convirtió en grupo revelación y del que además acaban de estrenar videoclip oficial); Big Bang; y Quiero casarme contigo. "Es un proyecto que ha llevado mucho tiempo, decidimos hacerlo así desde el principio. Siempre pensamos en sacar estas cinco canciones como un conjunto, porque nos parece que es como una tarjeta de presentación de la banda, ya que son una buena muestra de lo que somos a nivel sonoro, de letras y del directo", comenta Antonio García, quien añade que en este EP "el público puede escuchar desde lo más potente y rockero que hacemos hasta lo más suave, lo más pop. Esa es la propuesta: un EP que enseñe en cinco canciones lo que queremos decir, lo que queremos contar y cómo queremos sonar. Son cinco mensajes en sí mismos, como muy directos, muy del narrador al interlocutor".
Sobre dónde se sitúa esta banda de Cartagena, su cantante tiene asumido que "nosotros nos marcamos nuestros propios objetivos de dónde queremos estar y cómo queremos sonar, pero luego es el público el que elige dónde te pone y cómo te califica. Pero nosotros siempre hablamos de banda de rock, porque es un término hiperamplio en el que caben mil cosas diferentes, pero que tiene una serie de elementos comunes, como un sonido de guitarra particular, un gusto por cierta rebeldía en las letras, un toque de ironía; esa es nuestra propuesta. Y en el directo se traduce en mucha actitud, mucha fuerza, en saltar, en cantar fuerte, en pasarlo bien en definitiva".
Todo ello se traduce en dos palabras: potencia y elegancia. "Suenan pretenciosas, pero van definiendo donde tenemos que estar a nivel de sonido, porque potente quiere decir que algo suena con mucha envergadura, que te llama y te golpea como espectador. Pero al mismo tiempo, nos gusta que esa potencia no se pase, que no se vaya a un sitio en el que ya sea desmesurado y no se entienda nada; que sea en su justa medida, en el momento en el que tiene que hacerse y donde tiene que estar", explica Antonio García.
Y añade: "Somos amantes de los solos de guitarra, de las líneas de voz muy potentes y rasgadas, pero todo en su justa medida. Es como una música gritada, como dirigida a una persona en concreto, al final todo el mundo tiene alguien a quien decirle cosas como quiero casarme contigo... Dirigirse a una persona en concreto es divertido e interesante".
Las letras responden a esa misma actitud. "Cantamos a cosas que nos pasan o que, por lo menos, nos rodean. Somos cuatro muchachos de Cartagena, de veintitantos, con trabajos un poco precarios (él, en concreto, es abogado), con una inestabilidad muy grande, con un futuro superincierto -y ahora más-, con amores que van bien, que van mal, con relaciones que funcionan o no,... y de eso es de lo que hablamos. De que no sabemos lo que va a pasar el día de mañana y de las cosas que nos pasan al día de hoy".
Los de Cartagena también tienen claro otra cosa y es que "la música, además de escucharse, se ve. La apariencia de los músicos sobre el escenario, en su imagen en redes o en cualquier sitio, es fundamental, porque cuenta una parte de la historia de lo que vas a cantar. Creo que el discurso visual tiene que ir ligado al discurso sonoro; y es por eso, que nosotros intentamos mantener siempre una línea lógica entre cómo vestimos y cómo vamos a sonar".
A la espera de ver qué pasa con festivales como el Cooltural Fest de Almería o el Sonorama de Aranda de Duero, los cartageneros actuarán el 1 de agosto en el ciclo Xtraordinary Nights de la Terraza de El Batel, junto a otro grupo nacido en la ciudad portuaria, Ayoho. "Tenemos muchas ganas, porque va a ser un acústico, es nuestra ciudad, en un escenario inmejorable y va a ser una cosa muy chula poder pasar un ratito de música buena", apunta la voz y guitarra de Arde Bogotá, quien destaca que la escena murciana "es muy interesante y es importante que se sepa. Hay un hervidero de músicos muy buenos y muy distintos entre sí, que es lo que más me gusta personalmente". Y ahí Cartagena tiene mucho que decir...