MADRID. Lo que denominamos ojo seco es, en realidad, una afección ocular que surge cuando la lágrima no puede lubricar el ojo adecuadamente. La falta de hidratación ocular y, en consecuencia, de lubricación lagrimal, resulta especialmente importante en verano.
El director médico de Oftálica Clínica Oftalmológica de Alicante, doctor Enrique Chipont, afirma que correr sin la hidratación precisa o tomar el sol sin la protección adecuada son causas por las que podemos padecer ojo seco durante el verano. En ambos casos, se une tanto la falta de hidratación como el exceso de exposición a los rayos ultravioleta procedentes del sol.
El exceso de horas de estudio en los días y noches prevacacionales y la sobre atención ya sea a libros o dispositivos móviles suponen otros motivos por los que puede aparecer el ojo seco en esta época del año. Si bien, en estos últimos casos, su origen hay que buscarlo en que, cuando estudiamos o centramos la atención en un documento o pantalla, nuestros ojos reducen el ritmo de parpadeo, lo que afecta a la hidratación ocular.
El exceso de tiempo en ambientes cerrados incrementa también la posibilidad de padecer de ojo seco. Por ello, la incidencia de esta afección ocular es mayor durante el invierno.
Sin embargo, durante el verano, también existe la posibilidad de que varias personas pasen largos periodo de tiempo en ambientes cerrados. Sucede cuando salimos de viaje en coche. Con la particularidad de que, en estas oportunidades, y como consecuencia del calor, es habitual poner en marcha el aire acondicionado del vehículo.
El doctor Chipont explica que “el aire acondicionado incrementa la sequedad del globo ocular. Reduce y hasta puede eliminar la humedad que existe en el ambiente. Reseca las mucosas. Y, la consecuencia, de ello es la aparición del denominado síndrome del ojo seco”. Explica el doctor Chipont que también debemos tener en cuenta que la cabina de un vehículo es un espacio reducido y “en consecuencia, todos los procesos se aceleran”.
“El ojo seco puede afectar en mayor medida a quien conduce el vehículo, porque al centrar toda su atención en la carretera, reducirá el ritmo de parpadeo”, afirma el doctor Chipont. “A este factor, hay que sumar otro que afecta ya a todos los pasajeros del coche, que es el aire acondicionado”, explica el director médico de Oftálica. “El problema se agrava en la medida que vamos incrementando la potencia del aire para que abastezca más rápidamente a toda la cabina”.
Los cuatro principales síntomas del ojo seco son:
En la consulta oftalmológica, el especialista puede decidirá las diferentes pruebas que debe realizarle. Pero, sobre todo, a dos:
El doctor Chipont sostiene que, en primer lugar, “no es aconsejable realizar un viaje de medio o largo recorrido pilotando un coche si previamente no se ha efectuado un reconocimiento ocular”.
“No obstante, si se ha de salir de viaje hay que efectuar paradas periódicas, que permitan al conductor cambiar los planos de visión y relajar su vista”.
“En cuanto al aire acondicionado -subraya el doctor- es importante no llevarlo constantemente abierto. También, es importante dirigir la salida de aire acondicionado del vehículo hacia abajo en lugar de hacia arriba para evitar que el chorro de aire se dirija a los ojos. En caso contrario, podría acelerarse la aparición del ojo seco”.