MADRID/MURCIA. En un recuento de infarto, Pedro Sánchez ha sido investido como presidente del Gobierno de España. El socialista ha sido elegido gracias a los 167 votos que recibió a favor, que constituyen una mayoría simple para designarle como jefe del Ejecutivo. Los 165 votos en contra han resultado insuficientes. Después de cinco investiduras fallidas, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno ha sido investido como tal. 48 horas después de haberse quedado a diez de la mayoría necesaria para salir en la primera votación, Sánchez ha emergido victorioso por dos votos de diferencia. Con esta sesión, se pone en marcha el primer gobierno de coalición desde la restitución de la democracia española.
El apoyo de 120 diputados del PSOE, 35 de Unidas Podemos, seis del PNV, tres de Más País y tres más entre Teruel Existe, Nueva Canarias y el BNG han posibilitado el deseo del socialista.
A los 167 apoyos se han opuesto a Sánchez 165 escaños: 89 del PP, 53 de Vox, diez de Ciudadanos, ocho de JxCat, dos de la CUP, dos más de UPN y tres más de Foro Asturias, del Partido Regionalista Cántabro (PRC) y de Coalición Canaria, con Ana Oramas que ha perdido perdón a su partido pero que se ha ratificado en el no. Además ha contado con las 18 abstenciones más que pactadas estas últimas semanas de Esquerra Republicana y Bildu.
Por parte de los diez diputados murcianos: los tres representantes del PSOE (Pedro Saura, Marisol Sánchez y Juan Luis Soto Burillo) y el parlamentario de Unidas Podemos, Javier Sánchez Serna, votaron a favor de Sánchez. En cambio, expresaron un 'no' los tres diputados de Vox (Lourdes Méndez, Joaquín Robles y Luis Gestoso) y los tres del PP (Teodoro García, Isabel Borrego y Juan Luis Pedreño).
Antes de la votación, los portavoces parlamentarios expusieron su última intervención de la sesión de investidura. El ya presidente recalcó que la votación de este martes refleja un Parlamento dividido en tres bloques: el de una coalición de progreso que representa a "la España que quiere avanzar"; en medio, quienes no quieren sumarse a este grupo "pero al menos no lo impiden" y enfrente una coalición "variopinta" que va desde la ultraderecha a los antisistema y los nacionalismos más intransigentes y a la que bautizó como "la España que bloquea" sin presentar una alternativa.
"Va a gobernar España una coalición (inédita en democracia) progresista, a pesar de su actitud, la de la derecha, y su berrinche sin que hayan aceptado el resultado", ha manifestado Pedro Sánchez en los primeros instantes de la intervención con la que se iniciaba la sesión de este martes.
Sánchez ha hecho un rápido repaso de lo que va a ser la hoja de ruta de su gobierno y ha solicitado "despejar este clima tóxico" que se ha creado. "Espero que una vez pase este trámite parlamentario, seamos capaces de llegar a acuerdos y superar esta atmósfera de irritación y crispación que ustedes, la derecha, han traído a esta cámara", en referencia a los enfrentamientos vividos en la jornada del domingo. "No traslademos desde esta tribuna más división entre los ciudadanos", ha finalizado tras citar en dos ocasiones a Manuel Azaña, que fue presidente de la Segunda República, "nadie tiene derecho a monopolizar el patriotismo".
Después de esa intervención de Sánchez, Pablo Casado ha subido a la tribuna. El líder del PP ha empezado defendiendo la figura del Rey Felipe lo que ha provocado los gritos de Viva España y Viva el Rey entre su bancada. El dirigente ha insistido en sus argumentos del fin de semana, asegurando que Sánchez mintió a los españoles diciendo que no iba a contar con los separatistas ni con los abertzales. "Ha tomado a los españoles como rehenes para salir investido".
Casado se ha dirigido a Sánchez pidiendo que no hable de coexistencia de soberanías porque asume que merece la pena llevar la unidad nacional a la sala de despiece, asegurando, además, que los únicos ultras son sus socios."El ultra es usted".
Santiago Abascal, representante de la tercera fuerza política del país, Vox, tampoco ha querido dejar pasar la ocasión para seguir con los argumentos que les han aupado a esa posición. Sus primeras palabras han ido dirigidas a las última víctima de la violencia machista, pero ha insistido en hablar de la violencia intrafamiliar. El dirigente ha denunciado que PSOE y Podemos están ocultando la plaga de manadas de agresores sexuales, sobre todo extranjeros".
Sobre la investidura, Abascal, ha clamado contra la abstención de EH Bildu. "La compañía aseguradora de la investidura es ETA".
El líder de Unidas Podemos y próximo vicepresidente del Gobierno, ha respondido a Abascal pidiéndole que comprenda que existe una violencia específica que afecta a las mujeres por el hecho de serlo".
A Casado también le ha querido mandar un mensaje tras la defensa de éste sobre la figura del rey."Si quieren defender a la monarquía, eviten que se les identifique con ustedes, Felipe sabe que alejándose de ustedes es como puede ser rey".
Asimismo, Iglesias, ha pedido "a Pedro que muestre firmeza democrática frente a los intolerantes".
Después de la intervención de los líderes de las fuerzas más representativas han desfilado los representantes de otros partidos. El diputado de Compromís, Joan Baldoví, que ha apelado a Abascal insinuando dónde está su patriotismo cuando cobraba 80.000 euros de la Comunidad de Madrid. "Si aquello era por España, por Dios, o por qué".
El valenciano ha retirado su propuesta a la derecha de tomar tila, tal y como hizo el pasado domingo. "Después de lo que han hecho los que les hace falta es educación".
Por su parte, el diputado Tomas Guitarte (Teruel Existe) confirmaba el sí por desbloquear la situación, por responsabilidad institucional y porque quiere un gobierno que proponga medidas ya.
La diputada de Coalición Canaria (CC) en el Congreso, Ana Oramas, ha aprovechado este martes su intervención en la tribuna del hemiciclo para hacer una llamada a la "tolerancia" y exigir "respeto" para todos los diputados que según ha recordado, son personas elegidas por los ciudadanos que "votan en conciencia" y que, por ello, no pueden ser tachados de "vendepatrias", "traidores" o "tránsfugas".
Así lo ha subrayado Oramas durante el debate que ha precedido a la segunda votación para la investidura del socialista Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno, en la que ha anunciado volverá a votar que no, en contra de la consigna de su partido que había decidido abstenerse.
Oramas ha aprovechado también para pedir disculpas por no haber avisado a los órganos de dirección de Coalición Canaria del sentido de su voto antes de anunciarlo el pasado sábado desde la propia tribuna de oradores. "No guardé las formas", se ha lamentado.
En la jornada de este martes, Gabriel Rufián (ERC) ha dejado paso a su compañera Montse Bassa que ejerciera de portavoz. Y la dirigente ha sido muy dura con la situación de lo que ella considera que son presos políticos. Ha pedido al PSOE que cambie las leyes para evitar esa "persecución" de partidos políticos u jueces sobre los dirigentes. "No se si se hacen idea del dolor que han generad, no solo los jueces, también ustedes son verdugos, está en sus manos cambiar las leyes".
Bassa ha asegurado que por ella votaría no al PSOE, porque "me importa un comino la gobernabilidad de España".
Muy diferente a la intervención de Bassa ha resultado la del portavoz de EAJ-PNV. Aitor Esteban le ha recordado al PP y a Vox que si este martes estaban en el Congreso, votando la investidura de Sánchez, es porque el Rey lo ha querido así, haciendo referencia a la defensa de la Corona y a la situación de oscura que habían pintado desde la derecha al venirse un gobierno progresista.
Anteriormente, Inés Arrimadas (Cs), pedía que saliera un voto valiente en el PSOE para no depender de ERC y EH Bildu.