opinión

Oportunidades en bonos que está aflorando la crisis del coronaviris

El estratega recomienda que los inversores deben centrarse en activos de renta fija que podrían ofrecer cierta visibilidad a largo plazo

2/06/2020 - 

MADRID. La crisis del coronavirus está revelando oportunidades en renta fija. Estamos comprobando como numerosos activos muestran valoraciones atractivas y se benefician de respuestas monetarias y fiscales creíbles. Por ello, ahora parece sensato reasignar parcialmente el riesgo periférico al riesgo crediticio, donde las valoraciones parecen mucho más atractivas. 

El segmento del grado de inversión ofrece puntos de entrada atractivos, ya que está protegido por el programa de compra de activos del BCE, al igual que la deuda financiera subordinada, ya que no se vio afectada por la caída de los dividendos (continuaron los pagos de cupones AT1) y porque los balances son ahora mucho más sólidos. Sin embargo, debe prestarse especial atención a los países periféricos. Su bajada de rating podría afectar a la deuda subordinada europea. Es necesario ser cauto en el mercado de high yield a corto plazo porque la crisis actual debería empujar a varias empresas a la quiebra y/o a la reestructuración de su deuda.

Entre las oportunidades para invertir en renta fija podemos diferenciar entre:

  • Deuda core: No prevemos grandes movimientos en los tipos de interés clave de los principales bancos centrales del G7. Una rebaja es altamente improbable a corto plazo en Estados Unidos y no se puede descartar completamente en la zona euro, pero, si ocurriera, sólo representaría 10 bps. Por lo tanto, no es probable que las expectativas monetarias cercanas a cero cambien los tipos. En comparación con Estados Unidos, donde la acción de la FED permitió rápidamente la normalización de las tasas reales, las de la zona euro se mantienen en niveles altos, lo que no convendrá indefinidamente al BCE, ya que desea reducirlas gracias al ``Programa de Compras de Emergencia para Pandemias'' (PEPP).
  • Deuda periférica: Las fuentes oficiales no proporcionan, por el momento, proyecciones sobre los ratios de deuda/PIB o los niveles de déficit para final de año. Pero no hay duda de que las medidas sin precedentes adoptadas por los gobiernos afectarán a la trayectoria de la deuda. Las decisiones adoptadas por el Eurogrupo y la total ausencia de condicionalidad con respecto a la elegibilidad de los países para el mecanismo ESM son factores que deben ser supervisados en su aplicación. El programa PEPP constituye un fuerte apoyo y limita cualquier ampliación significativa de los diferenciales. La recesión económica y la degradación de la deuda están ejerciendo presión sobre las calificaciones de estos países, lo que podría dar lugar a reducciones de las calificaciones a medio plazo, lo que los penalizaría aún más. Señalemos que S&P mantuvo la calificación de Italia el 24 de abril en BBB (perspectiva negativa) pero que Fitch no esperó a su próxima revisión para bajar su rating a BBB- el 28/04 (perspectiva estable). Creemos que el BCE tomará todas las medidas necesarias para limitar los importantes diferenciales de los países que se encuentran bajo presión fiscal. Los futuros anuncios de la Comisión Europea serán decisivos. Dados los niveles actuales y el compromiso casi ilimitado del BCE, mantenemos una opinión positiva sobre estos diferenciales.
  • Inflación: Actualmente es difícil hacer proyecciones sobre la inflación en un horizonte de un año; esto depende de la trayectoria de los precios del petróleo, las posibles cuestiones relacionadas con la recopilación de datos de los institutos de estadística y la duración de la crisis sanitaria. Sin embargo, creemos que el mercado no adelanta correctamente los niveles de inflación a futuro, es decir, a un año o dos años, y que siguen siendo extremadamente bajos, aunque los efectos de base deberían ser neutrales. Por lo tanto, estamos positivos sobre la inflación en EE.UU. y la eurozona, a través de vencimientos cortos.

Ante este escenario de incertidumbre, los inversores deberían centrarse en activos que podrían ofrecer cierta visibilidad a largo plazo, como el crédito corporativo de alta calidad y baja probabilidad de impago o los bonos corporativos de 'ángeles caídos' (antiguas compañías con calificación grado de inversión rebajadas a high yield); pues históricamente se encuentran entre las mejores inversiones por riesgo/beneficio después de una crisis. Además, sería conveniente mantener una exposición moderada a renta variable; el apoyo procedente de los bancos centrales y los gobiernos es muy positivo para la renta variable, pero el repunte ya ha sido significativo y sigue habiendo incertidumbre.

François Rimeu es estratega senior de La Française AM

Noticias relacionadas