MADRID (EP). Miles de toneladas de metano se escapan de viejos pozos de perforación en el fondo del Mar del Norte cada año, según nuevas mediciones que confirman un fenómeno descubierto en 2012. El metano es el segundo gas de efecto invernadero más importante después del dióxido de carbono.
El gas se origina en bolsas de gas poco profundas, que se encuentran a menos de mil metros de profundidad debajo del fondo marino y que no fueron el objetivo de las operaciones de perforación originales. La evaluación inicial mostró que estas emisiones podrían ser la fuente dominante de metano en el Mar del Norte.
El nuevo estudio publicado por el Centro Geomar Helmholtz para la Investigación del Océano en Kiel (Alemania) en el International Journal of Greenhouse Gas Control confirma esta estimación inicial sobre una base de datos más amplia.
Durante las expediciones con el buque RV Poseidon en 2017 y 2019, los investigadores pudieron detectar fugas de gas en 28 de 43 pozos investigados directamente. "La propensión a tales fugas aumenta cuanto más cerca se encuentran los pozos con respecto a las bolsas de gas poco profundas, que normalmente no son interesantes para uso comercial.
Aparentemente, sin embargo, la alteración del sedimento sobrecargado por el proceso de perforación hace que el gas se eleve a lo largo del pozo", explica el doctor Matthias Haeckel de Geomar, quien dirigió el estudio. Además, el equipo utilizó los datos sísmicos disponibles de la industria del sector británico del Mar del Norte para hacer más informes sobre los pozos en el área.
"Cubrimos 20.000 kilómetros cuadrados de fondo marino en nuestro estudio, que es aproximadamente del tamaño de Gales. Esta área contiene 1.792 pozos de los cuales tenemos información. Evaluamos una serie de factores, como la ubicación, la distancia a las bolsas de gas poco profundas y la edad, basado en nuestras mediciones directas y ponderado cómo estos factores promueven la fuga de gas metano de los pozos viejos. El factor más importante fue la distancia de los pozos de las bolsas de gas", explica el autor principal Christoph Böttner.
Las posiciones de los pozos y la ubicación y extensión de las bolsas de gas indican que solo esta área del Mar del Norte tiene el potencial de emitir entre 900 y 3.700 toneladas de metano cada año. "Sin embargo, se han perforado más de 15.000 pozos en todo el Mar del Norte", agrega Haeckel.
En el agua de mar, el metano generalmente es consumido por los microbios. Esto puede conducir a la acidificación local del agua de mar. En el Mar del Norte, aproximadamente la mitad de los pozos están a profundidades de aguas tan poco profundas que parte del metano emitido puede escapar a la atmósfera. El metano es el segundo gas de efecto invernadero más importante después del dióxido de carbono.
Los autores del estudio alientan a la industria a publicar sus datos y recomiendan mediciones de emisiones más independientes de los pozos abandonados para desarrollar pautas más estrictas y regulaciones legalmente vinculantes para los procedimientos de abandono.
"Las fuentes y sumideros de metano, el segundo gas de efecto invernadero más importante después del dióxido de carbono, aún están sujetos a grandes incertidumbres. Esto también se aplica a las emisiones del sector de la energía fósil. Con el fin de comprender mejor las razones del aumento continuo de las concentraciones de metano en la atmósfera y poder tomar medidas de mitigación, es importante contar con un número confiable de las contribuciones antropogénicas individuales", resume Haeckel.