El Banco Central Europeo se hizo de rogar, pero salió con toda la artillería para calmar a los mercados, tal y como apunta el experto
MADRID. El BCE ha aprobado un programa temporal de compra de activos, tanto gubernamentales como corporativos. El importe de la medida es de 750.000 millones de euros y lleva el nombre de Programa de adquisición de emergencia para casos de pandemia (PEPP, Pandemic Emergency Purchase Program).
Se trata de un programa flexible que le permite distribuir -de la forma que sea necesaria-, los flujos de compra, para así poder ayudar realmente a aquellos países que lo necesitan. Es la primera vez que un programa de recompra puede incluir bonos del Estado griego. En lo referente a bonos corporativos las compras serán más flexibles, con las únicas limitaciones de calidad y bonos del sector financiero.
El BCE se ha hecho de rogar, pero sale con toda la artillería. Con ello ha logrado aliviar, en gran medida, las tensiones de los mercados de los últimos días. Los diferenciales de crédito y el incremento de las primas de riesgo de los países periféricos registradas en las últimas sesiones, que se relajarona considerablemente en la sesión de ayer.
Esta frase de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, nos da una muestra de la contundencia del programa: “Tiempos extraordinarios requieren medidas extraordinarias. No hay límites en nuestro compromiso con el euro”.
Ahora solo cabe esperar medidas igual de contundentes por parte de los gobiernos y los dirigentes europeos. Medidas coordinadas, medidas que den respuesta a los ciudadanos. Debemos oír una sola voz, una voz valiente y que de esperanza; una voz que aporte soluciones y visibilidad… en definitiva una voz que nos una y nos proteja.
Juan Ramón Casanovas es Head of Private Portfolio Management de Bank Degroof Petercam Spain