Si algún alumno está en régimen de aislamiento o cuarentena, la organización desplazará personal específico a su casa para que pueda realizar el examen
MURCIA. Se espera que alrededor de 8.000 alumnos se den cita en las pruebas de la EBAU el 6,7 y 8 de julio, en lo que será el primer acto multitudinario programado en la Región desde la instauración del estado de alarma. La Comisión Organizadora de las Pruebas de Acceso a la Universidad (COEBAU), integrada por representantes de las consejerías de Universidades e Investigación y Educación, y de las universidades públicas, ha acordado las medidas excepcionales necesarias para el correcto desarrollo de las pruebas en el marco de la crisis causada por la covid-19 y que tienen que ver con la distribución geográfica, el uso de infraestructuras, la movilización de personal, además de otras cuestiones de índole organizativa y relacionadas con la salud y la prevención de riesgos.
Para empezar, en el interior del aula habrá una distancia mínima de 2 metros entre estudiantes en todas las direcciones, es decir, 2,5 puestos libres a derecha e izquierda y, si se trata de aulas con bancadas fijas, una bancada libre completa delante y otra detrás.
Para estas pruebas se reducirá drásticamente la movilidad en el territorio regional, creando sedes y subsedes que “acercan” la EBAU a las casas de los estudiantes y evitarán grandes desplazamientos. Así, 3.750 estudiantes no se desplazarán de su lugar de residencia; los 2.500 que recorrían entre 6 y 10 kilómetros se reducirán a 1.600; los casi 400 que recorrían entre 21 y 25 kilómetros se reducirán a una cuarta parte; y ninguno se desplazará más de 31 kilómetros, cuando antes lo hacían cerca de 800, siendo solo 22 los que recorrerán entre 26 y 30 kilómetros. Esta medida supone reducir los kilómetros recorridos por el alumnado de 77.500 a 33.000 (un 56% de reducción)
Se recomienda que todo el alumnado que pueda llegar a la sede andando, lo haga. Pero si el estudiante es llevado en coche, los acompañantes deberán abandonar la zona lo antes posible, evitando aglomeraciones y permitiendo el acceso de terceros. En este sentido, es conveniente evitar que los acompañantes sean población de riesgo. Se solicitará la colaboración de los ayuntamientos con el fin de poder gestionar adecuadamente los flujos de estudiantes y su confluencia hacia las sedes.
Las nueve sedes tradicionales, que se correspondían con otros tantos edificios, aumentan hasta 24. Se establecen nuevas sedes/subsedes en Águilas, Mazarrón, Totana, Archena, Mula, Yecla, Alcantarilla, San Javier (en el campus universitario de la UMU) y El Algar, que se suman a las de Lorca (donde se incorpora también el campus universitario de la UMU), Jumilla, Cieza y Caravaca. Además, el campus universitario de Espinardo pasa de disponer tres sedes a cinco y en la ciudad de Murcia se abre una sede en el campus de La Merced y otra en el IES El Carmen. En Cartagena las dos sedes clásicas (Industriales y Telecomunicaciones) se refuerzan con el edificio de la Facultad de Ciencias de la Empresa (antiguo C.I.M.).
Quedan además en reserva dos centros de grandes dimensiones y refrigerados, el IES Alfonso X el Sabio y el Instituto Maristas de la Merced, para el caso de que la matrícula creciese mucho más de lo esperado, y que han ofrecido sus instalaciones. La adscripción de centros a sedes seguirá el criterio de la proximidad geográfica y, además, el alumnado de la misma localidad (menos Murcia y Cartagena) se va a concentrar en una única sede, la comparta o no con estudiantes de otras poblaciones.
Estas 24 sedes se denominarán con una numeración única precedida de la letra 'R', homenaje a dos actitudes colectivas: “Resistencia ante el virus” y “hacemos Región”.
Será obligatorio el uso de mascarillas. A este respecto, cada estudiante deberá traer aquella a la que esté más acostumbrado, más allá de que la organización disponga de una reserva suficiente que garantice que ninguna persona esté en los puntos de encuentro, pasillos o aulas sin este elemento de protección.
La opción recomendada desde Sanidad es que el alumnado traiga su propio dispensador de hidrogel y lo use antes y después de cada examen. El objetivo es evitar la concentración de estudiantes en torno a los dispensadores de que dispongan los edificios y que sean tocados por muchas personas en un muy corto intervalo de tiempo.
Igualmente, se recomienda que el alumnado que tenga previsto comer en la propia sede, o en sus inmediaciones, traiga comida propia y al menos una botella de 1,5 litros de agua. Se debe tener en cuenta la limitación del aforo en establecimientos de restauración que puede dificultar mantener las distancias de seguridad y despachar con la suficiente celeridad en los mismos, más cuando se trata de tantas personas. Se habilitarán espacios al aire libre y con sombra para que los estudiantes puedan comer siguiendo como criterio prioritario el del distanciamiento.
En el caso de que un estudiante padezca, o haya padecido, síntomas de coronavirus, debidamente documentados, y esté en régimen de aislamiento o cuarentena, la organización desplazará personal específico para que pueda realizar el examen, tratándose en este caso de personal sanitario convenientemente protegido. Si en la propia sede un estudiante plantease dudas sobre un posible contagio por presentar síntomas compatibles con los del coronavirus, se le brindará la posibilidad de examinarse en un espacio aislado a tal fin en la propia sede, activándose un protocolo que incluye una intervención especializada de personal específico y la inmediata comunicación con la familia para que contacte con su centro de salud o el teléfono de emergencia de referencia, en su caso.
Con respecto al personal de las pruebas, se están elaborando instrucciones específicas según lo indicado por el Instituto de Seguridad Laboral respecto a la EBAU2020, siguiendo además las medidas dictadas específicamente para este tipo de pruebas por el Ministerio de Sanidad en colaboración con el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales. Estas instrucciones varían según la función que se desempeñe en cada caso, pero seguirá siendo generalizado el uso de mascarilla e hidrogeles, y en el caso de atención a dudas en el examen se prevé el empleo de pantalla facial.
Por último, se están modificando procedimientos internos para adecuar la organización al nuevo escenario y que afectan a la recogida y reparto de exámenes entre los correctores, impresión de enunciados, reducción de la movilidad geográfica de personal, etiquetado y descabezado de exámenes, y así una larga lista de cuestiones de carácter interno que se irán perfilando en los siguientes días por la entidad organizadora de estas pruebas, la Universidad de Murcia a través de su Vicerrectorado de Estudios.
"Esta ingente tarea representa para nuestra institución un verdadero desafío y, a la vez, una nueva oportunidad de mostrar a la ciudadanía de la Región de Murcia nuestra disposición a seguir cumpliendo, junto con otras instituciones, nuestro tarea de servicio público de Educación Superior", han manifestado desde la Universidad de Murcia.