MADRID. S&P rebajó el pasado jueves la calificación del 'rating' a largo plazo -el que verdaderamente importa- del Banco Sabadell (SAB) a 'BBB-' desde 'BBB', es decir, a solo un paso de entrar en el llamado grado de especulación. Cierto es que los analistas de la firma le otorgaron una perspectiva 'estable', pero no lo es menos que han equiparado a la nota adjudicada previamente por los de las otras dos grandes agencias a nivel internacional.
Fitch Rating mantiene su calificación en 'BBB-', con perspectiva 'estable', desde el 26 de noviembre de 2020; mientras que Moody's lo hace en 'Baa3' -también 'estable' desde el pasado 19 de abril. Ambas notas están solo un peldaño por encima del temido 'bono basura', igual que la otorgada el pasado día de San Juan por S&P.
Pese a todo, los títulos del SAB siguen siendo los más rentables en lo que va de año de todo el Ibex 35, dado que tomando el cierre del pasado viernes se revalorizaban un 69,83%. De este modo superaban la pérdida del 64,46% cosechada en 2020 en el parqué bursátil y, de paso, ha elevado su capitalización hasta los 3.383 millones de euros.
Pero la cosa no queda ahí porque la entidad presidida por Josep Oliu es la tercera con una mayor alza anual entre las 130 cotizadas del Mercado Continuo. Solo la vasca Tubos Reunidos (+96,08%) y la histórica valenciana Libertas 7 (+85,71%) lo hacen mejor en el principal mercado bursátil español.
Sin embargo, al banco domiciliado en Alicante se le está atragantando junio, dado que a falta de tres sesiones para finiquitarlo se deja un 4,15% en bolsa. Aunque eso sí un tono mensual descendente pero sin presión del papel. De hecho su media diaria anual situada en los casi 40 millones de acciones, según datos de Infobolsa constatados por Valencia Plaza, solo la superó el pasado 18 de junio en el mes en curso al intercambiarse de manos casi 69 millones de títulos.
Un SAB que sigue portando la etiqueta de 'penny stock' o valor que cotiza por debajo del euro, desde que perdiera dicha cota en la sesión del 9 de enero de 2020. El día de antes cerró en los 1,022 euros. Pero en el otro lado de la balanza está la capacidad de recuperación del banco dirigido por César González-Bueno, ya que ha puesto mucha tierra de por medio de sus mínimos históricos situados al cierre de la jornada del 29 de octubre de 2020 en los 0,255 euros.
Mientras tanto su bajista de cabecera, Samlyn Capital, sigue sin mover ficha desde el pasado 10 de junio cuando declaró una posición corta del 0,90%, tal y como lo ha constatado este diario de la base de datos pública de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Eso sí, y como contó Valencia Plaza un día antes, este 'hedge fund' había disparado sus 'cortos' un 54% en menos de una semana.