Exposición en la Casa de cristal de cabezo de torres

Las sombras de las imágenes que proyecta Álvaro Peña en 'La beata cuajá y los cantos magnéticos' 

3/11/2020 - 

MURCIA. Mientras escuchaba música electrónica, fundamentalmente del francés Jean Michel Jarre, el pintor murciano Álvaro Peña fue componiendo las obras que forman parte de la exposición La beata cuajá y los cantos magnéticos, que se puede visitar en el espacio expositivo La Casa de Cristal de Cabezo de Torres durante los meses de noviembre y diciembre. Así, dejándose llevar por el automatismo en determinados momentos, según explica, los cuadros fueron despojándose de sus líneas iniciales, en donde la figura humana era la protagonista, y transformándose en equilibrio y composición. 

La beata y los cantos refleja, de aguna manera "el coraje de ser tu mismo sin tener que dar explicaciones a nadie de lo que se presenta en cada obra, de tomar las riendas", señala el artista, quien ha realizado muchas de las pinturas sobre lienzos antiguos que encontró por su estudio y que pensó que debían pasar a mejor vida. Así que volvió a pintarlos de blanco de nuevo, como un nuevo renacer, "experimentando con ese mundo sensible que sientes mientras ves y te mueves en el mundo físico", comenta.

Así nació La beata cuajá y los Cantos Magnéticos, que el pintor define como un experimento sinestésico (mezcla de sentidos) en el que, a través de mecanismos estéticos, representa lo que vivió interiormente durante los meses de encierro, soledad e introspección del confinamiento.

Explica Peña que ha querido mostrar las sombras de las imágenes, como en el Mito de la Caverna de Platón, que, según manifiesta le marcó mucho desde que estudió Ciencias Políticas y Sociología en aquel Madrid en donde vivió unos años y donde conoció a Ignacio Gómez de Liaño, uno de sus profesores, al que en un principio no entendía y que llegó a fascinarle.

Entre el mundo sensible y el espiritual

Aprendió, entonces, lo que era la Filosofía con mayúsculas y especialmente la poesía experimental, descubriendo las diferencias y las secretas afinidades entre el mundo sensible y el mundo espiritual; que existían diferentes mecanismos estéticos para expresarse y que era necesario buscar otros mediante la experimentación. Sobre todo esto ha vuelto a reflexionar el artista en estos tiempos de pandemia... 

El terminó "cuajá" hace referencia a las antiguas huertanas de carnes generosas, que se mezclan con los ecos de ese antiguo disco que Jarre publicó  en los años 80 y que con el título de Les chants magnetiques recorrió medio mundo, incluido China. En este sentido, recuerda Peña, que también estuvo este pasado año en Shanghai y que esta música le influyó mucho durante los días que pintó en directo allí, marcando enormemente su producción posterior.

Álvaro Peña ha llevado el nombre de Murcia en exposiciones que ha realizado en lugares tan dispares como Lituania, Italia, Estados Unidos, Portugal, China, Francia, Reino Unido o Rumanía. Académico de la Real Academia de Alfonso X el Sabio, desde los catorce años está relacionado con el mundo artístico, realizando portadas para diferentes editoriales tanto de la región como francesas, así como cómics y viñetas de humor político y social en diferentes medios de comunicación murcianos y de Cataluña, habiendo publicado cuatro libros de humor gráfico durante ese periodo.

En la actualidad se dedica más a la pintura y en su currículum se encuentran exposiciones como las realizadas en la Galería Akimbo GalleryLab de Shanghái; presentación de videoarte a través de Take Away Process en La Quinta del Sordo de Madrid; varios murales repartidos por la Región, así como en el Museo urbano de Orihuela con la obra El día que se despidió del sol (en homenaje a Miguel Hernandez) y El arbol de la vida en Huchillos.

Ha sido el primer artista murciano en realizar el cartel de la New York Summit que se celebró en la Fundación Ángel Oresanz en el 2019 de New York y fue invitado por el Instituto Cervantes de Estocolmo para ofrecer la charla-ponencia Álvaro Peña, caprichos e inquietudes de un pintor, que tuvo lugar en Suecia. Posee obra permanente en instituciones de España e Italia, siendo la última en la sede de la Unesco en China.

Por otra parte, La Casa de Cristal es un proyecto de los artistas Petrus Borgia y Sofía Tornero, que se ha convertido en todo un punto de encuentro para la cultura y los artistas de la Región, situado en plena huerta de Cabezo de Torres. El espacio expositivo, de unos 200 metros cuadrados, está situado junto al taller de los dos artistas, que suma otros 300 metros cuadrados repletos de obras de arte en exposición y en proceso creativo. Por su parte, el pintor y fotógrafo Javier Lorente se encarga de la coordinación y programación de las exposiciones, cuya asistencia en esta ocasión, debido a la pandemia, estará controlada y restringida (teléfono para concertar visitas: 654917349.

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