MADRID. Tras años de increíble escepticismo sobre su potencial como fabricante de automóviles eléctricos, así como sobre su capacidad para entregar sus productos terminados y una rentabilidad a sus accionistas, la empresa Tesla de Elon Musk ha vuelto a sorprender. A partir del 21 de diciembre, la compañía con sede en Palo Alto, California, cotizará también en el S&P 500.
Las acciones de esta empresa de altos vuelos se dispararon casi un 13% tras el cierre después del anuncio del lunes. Esta última hazaña no es despreciable. Para ser aprobada para su inclusión en el índice de referencia, una empresa debe ser capaz de mostrar cuatro trimestres rentables consecutivos, algo que hasta hace poco era difícil de lograr para el fabricante de automóviles de Silicon Valley.
Las acciones se han disparado en 2020, subiendo más de un 400% desde el comienzo del año, y cerraron ayer en 441,61 dólares. Además del aumento de prestigio, Tesla disfrutará de un aumento automático de la demanda debido a su inclusión en esta lista. Según el Wall Street Journal, "los analistas esperan que esta inclusión impulse aún más las acciones de Tesla porque unos 11 billones de dólares en fondos de inversión y otras inversiones realizan un seguimiento del S&P 500, muchos de los cuales ahora tendrán que comprarlas", [las acciones], junto con las 499 empresas restantes del índice.
No es de extrañar entonces que Morgan Stanley se haya vuelto alcista en cuanto a Tesla, por primera vez en más de tres años. El banco dio su entusiasta aprobación a la compañía con una calificación de 'sobrepeso'. Éste es un cambio profundo con respecto a donde se encontraba Tesla el 9 de septiembre. Las acciones cayeron con fuerza, tras perder un 34% de su valor cuando bajaron hasta 330 dólares. Esa venta siguió al rechazo del SPX en aquel momento con respecto a la inclusión de la empresa en el índice.
Sin embargo, las acciones se dispararon durante aquella jornada y llevan subiendo constantemente desde entonces. Basándonos en los fundamentales, así como en los técnicos, TSLA parece disponerse a acelerar aún más.
El anuncio de esta semana impulsó las acciones la friolera de un 12,8% hasta cerrar antes de ayer con un alza de 8,2%. El patrón de trading es revelador. Cuando las acciones frenaron ganancias, penetraron ligeramente —pero cerraron justo por encima— un triángulo simétrico, establecido desde el anuncio del anterior rechazo a su entrada en el SPX.
El repunte hacia el exterior demuestra que la demanda ha absorbido toda la oferta. El retorno al patrón, presumiblemente en la recogida de beneficios, encontró más demanda, suficiente para mantenerse por encima de la parte superior del triángulo, ya que los traders todavía hambrientos elevaron sus ofertas con el fin de encontrar más vendedores dispuestos.
Si observamos las medias móviles veremos tendencias más amplias. La MMD 50 respalda el precio; la MMD 100 respalda todo el patrón, y la MMD 200 se acerca a la base del patrón, habiendo encontrado soporte donde hubiera resistencia en julio. La altura del patrón encapsula todo el espectro de emociones que experimentan los traders. Se espera que se repita en la dirección del repunte. Por lo tanto, la altura del triángulo de más de 170 dólares es el objetivo implícito desde el punto del repunte, lo que lo lleva a unos 610 dólares. Sin embargo, la cifra redonda de 600 dólares podría actuar como nivel de resistencia importante, así que no aspiramos a más de eso, en este momento.
Pinchas Cohen es analista de Investing.com