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OPINIÓN

La recompra de acciones satisface a directivos y accionistas

Una de las herramientas que tienen las cotizadas para complementar el dividendo ordinario o extraordinario aprobado en junta es la recompra de acciones

8/02/2021 - 

MADRID. Durante el año 2020 hemos visto como una de las herramientas que tienen las cotizadas para complementar el dividendo ordinario o extraordinario aprobado en junta se hacía tan popular como el propio dividendo. Estamos hablando de la recompra de acciones.

Esta herramienta permite aprovechar el exceso de liquidez que muchas empresas han ido acumulando en su balance a lo largo de los trimestres y que no usan para desarrollar su negocio, es decir, para invertir, para hacer más atractiva la compañía de cara al exterior. Hemos visto diferentes argumentos objetivos que se dan en las juntas de accionistas para tomar dicha medida. En muchos de los casos el freno a la inversión durante el año 2020 en concreto ha permitido que la rentabilidad por dividendo de las cotizadas, salvo el sector bancario, se haya disparado de su media.

El problema de la depreciación de las divisas y la pérdida en general de poder adquisitivo hace que las compañías busquen darle salida a esa liquidez a la que no le van a dar uso sobre el objeto de la actividad de la empresa. Cierto es que esta medida mejora los ratios financieros al reducir en los activos esa tesorería y permite que el beneficio por acción, la rentabilidad del accionista y otros ratios mejoren y mucho. Esto lógicamente blanquea los resultados financieros de las empresas al cierre de año para empezar de cero un nuevo ejercicio fiscal.

Cúpulas directivas

Lo que muchos accionistas no saben -aunque lo cierto es que tampoco tienen por qué saberlo- es que en la mayoría de los casos las cúpulas directivas que toman este tipo de decisiones esperan alcanzar sus objetivos al cierre de año y. por lo tanto, recibir sus variables: ya sea por un precio de cierre de la acción objetivo a cierre del año, un beneficio por acción objetivo o una rentabilidad del accionista entre otros.

Aún así, lo cierto es que quitando el interés personal del equipo directivo de estas cotizadas, más importante es el efecto agregado sobre la propia entidad y sobre los accionistas que tiene la recompra de acciones. La consolidación del balance da seguridad y muestra fortaleza para que nuevos inversores que no forman parte del accionariado se interesen por este tipo de compañías.

¿Por qué? Porque les permite disponer de herramientas futuras cuando vuelvan a venir mal dadas. Todo ello volviendo a vender en el mercado las acciones compradas si no las han liquidado al tener las en autocartera, en el patrimonio de balance o emitiendo acciones nuevas.

Darío García es analista de XTB

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