MURCIA. El grupo Vithas NeuroRHB ha destacado que una intervención médica urgente en las primeras horas de un ictus puede reducir en un 30% las complicaciones tras esta enfermedad. Así lo ha indicado Vithas en un comunicado, en el que ha recordado que "la presencia del coronavirus en la sociedad no ha hecho desaparecer otras patologías graves que deben ser tratadas inmediatamente, como los infartos o los ictus". "Sin embargo, las estadísticas sanitarias han demostrado que muchos enfermos han rehusado acudir a un centro sanitario o a urgencias por miedo a la covid-19", han señalado.
Igualmente, han explicado que dos de cada tres personas que sobreviven a un ictus "presentan algún tipo de secuela, en muchos casos discapacitante, y que esta situación se agrava si existe un tiempo de respuesta excesivo y, con ello, un retraso en su abordaje desde urgencias".
Según la doctora Belén Moliner, directora médico de este servicio de neurorrehabilitación, "los ictus, accidentes cerebrovasculares o infartos cerebrales pueden presentarse en forma de síntomas diversos en función de la magnitud y la localización que presenten".
Además, ha agregado que "si afectan a zonas cerebrales muy pequeñas, pueden aparecer en forma de clínica poco llamativa, como malestar general, sensación de náuseas o mareos y tendencia al sueño. Mientras que, si las zonas afectadas son más grandes, pueden presentarse en forma de torcedura de la comisura bucal, pérdida de fuerza repentina del brazo y la pierna de una parte del cuerpo, dificultades para hablar, y dificultades en la visión". "Estos síntomas pueden aparecer de manera única o conjunta".
En la actualidad, según la Organización Mundial de la Salud, el número de accidentes cerebrovasculares es de 200 casos por cada 100.000 habitantes y año. "Mientras que, en España, -puntualiza Moliner-, el número de españoles que sufren este tipo de daño cerebral se aproxima a los 120.000 anuales. Por ello, recomienda que, ante cualquier señal de alarma, sea acuda de manera urgente a un servicio hospitalario de urgencias ya que la intervención médica urgente en las primeras horas de un ictus puede reducir en un 30% las complicaciones".
"La intervención médica desde el primer momento reduce notablemente el impacto que provoca el ictus sobre la funcionalidad a largo plazo -asegura la doctora- y por ello, mejora el pronóstico de manera exponencial y la calidad de vida.
Por su parte, la doctora Carolina Colomer, directora clínica de Vithas NeuroRHB, ha indicado que "las principales secuelas de un ictus son las alteraciones en la conciencia, físicas, logopédicas, en la cognición y de conducta. Todas ellas implican en su conjunto una funcionalidad alterada y un nivel de autonomía mermado".