La presidenta del Banco Central Europeo lo hará como consecuencia de las perspectivas poco alentadoras de la inflación a medio plazo
MADRID. Esperamos que el Banco Central Europeo (BCE) confirme el rumbo actual de la política monetaria durante la reunión del Consejo del 22 de abril. El BCE probablemente confirmará las medidas adoptadas en marzo para acelerar el ritmo de compras en el marco del Programa de Compras de Emergencia (PEPP), sabiendo que este ritmo se revisará en junio con la actualización de las previsiones económicas. Las condiciones financieras no se han endurecido desde la reunión anterior, pero el Consejo General seguirá de cerca la encuesta sobre préstamos bancarios que se publicará el 20 de abril.
Christine Lagarde mantendrá el tono acomodaticio debido a las perspectivas poco alentadoras de la inflación a medio plazo, a pesar de las crecientes presiones a corto plazo. Para mantener un amplio consenso dentro del Consejo, es probable que reafirme la flexibilidad del PEPP si las condiciones financieras cambian significativamente en un futuro próximo.
En cuanto a las perspectivas económicas a corto plazo, es probable que el Consejo General de la entidad mantenga un tono cauteloso debido a las elevadas tasas de infección por la covid-19 y a los cierres asociados en varios países europeos. De cara al futuro, el BCE podría tener una visión más optimista como consecuencia de la mejora de los indicadores económicos, las campañas de vacunación en curso y el mejor entorno internacional.
Como es habitual, se espera que la presidenta Lagarde destaque el papel clave del paquete de estímulos del plan Next Generation de la UE y la importancia de que entre en funcionamiento sin demora. En general, no creemos que esta reunión tenga un impacto significativo en los mercados financieros.
François Rimeu es estratega senior de La Française AM