análisis

La economía mundial estará prácticamente paralizada durante un período indefinido

El experto financiero demanda mayores (y ambiciosas) medidas sanitarias en Estados Unidos y Reino Unido para combatir el Covid-19

19/03/2020 - 

MADRID. La situación que viven los inversores, marcada por una liquidez que está desapareciendo gradualmente, no tiene precedentes. Si bien el contexto no es el mismo que el vivido en 2008, cuando los mercados se enfrentaron a riesgos sistémicos (hipotecas de alto riesgo, fragilidad bancaria), la situación actual se caracteriza por una fuerte incertidumbre que hace que los mercados se desplomen cada día un poco más. 

Así pues, la economía mundial estará prácticamente paralizada durante un período indefinido. Además, se espera que el número de contagios por coronavirus aumente rápidamente en las próximas dos semanas. Si se mantuviera el nivel de los diferenciales de crédito High Yield, se podría presagiar una situación extremadamente complicada de cara a los próximos meses. 

Todos estos elementos exigen una respuesta unánime de las autoridades económicas, financieras y monetarias. Varios países ya han anunciado ambiciosas políticas de apoyo, que asciende a varias decenas de miles de millones de euros. En el frente monetario, el BCE fue criticado la semana pasada después del anuncio de medidas poco ambiciosas. Por su parte, el Reino Unido anunció un plan coherente de política económica y monetaria. En cuanto a la Reserva Federal, ha sacado la artillería pesada pesada para permitir a los bancos mantener e incluso ampliar sus políticas de crédito.

Medidas de contención

Desde el punto de vista sanitario, las medidas de contención están funcionando, como lo demuestran los ejemplos de China y la primera ciudad italiana afectada por la epidemia de coronavirus. Los casos de contagio se están estabilizando o incluso disminuyendo. Una hipótesis plausible es que Europa podría seguir esta trayectoria gracias a las medidas de contención y experimentar una ralentización de la epidemia, con un pico alcanzado a finales de marzo/principios de abril. Estados Unidos y el Reino Unido no han optado aún por la contención, lo que está generando una gran incertidumbre entre los inversores, que están preocupados por las consecuencias de no tomar medidas suficientes.

De manera que, en los últimos días, se han tomado ciertas medidas. Se ha producido una caída del mercado, un paso más en la crisis de la renta variable. Se han dado respuestas económicas, financieras, fiscales y monetarias adaptadas a la situación, pero los mercados centran ahora su atención en Estados Unidos y en el anuncio de un plan de estímulo económico y medidas sanitarias más contundentes. Si Washington y Londres optaran por la contención de la población, los mercados podrían entonces considerar el comienzo del fin de la propagación de la epidemia.

En este contexto, mantenemos nuestra posición neutral en la renta variable e infraponderamos el mercado de bonos. Seguimos a la espera de medidas sanitarias ambiciosas en Estados Unidos y Reino Unido, así como una fuerte respuesta económica al otro lado del Atlántico para modificar nuestra asignación de activos y aprovechar los niveles de valoración históricamente bajos.

Benjamin Melman es CIO de Edmond de Rothschild Asset Management

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