MURCIA. El colegio mayor Galileo Galilei reforzó sus medidas de prevención ante la crisis sanitaria con el objetivo de garantizar la máxima seguridad de sus residentes de cara al nuevo curso universitario. Unas medidas entre las que destaca el aumento de las labores de seguridad por parte de los guardas para prevenir altercados, molestias de ruido o situaciones no autorizadas como fiestas, tal y como explica a Valencia Plaza el director del centro, Vicente Picasarri. No obstante, su marco de actuación se encuentra limitado en el supuesto de que los estudiantes no pongan fin a la actividad amonestada.
Esta cuestión viene dada tras la realización de pruebas PCR este viernes a los aproximadamente 650 universitarios del Galileo, junto a personal de la Universitat Politècnica de València, tras la confirmación de un brote de 13 positivos en el colegio mayor. Un brote cuyo origen aún no se esclarece, pero que se relaciona con la fiesta ibicenca celebrada el pasado sábado en el ático de la residencia, debido al "alto peligro de expansión" que pudo suponer para la comunidad universitaria al no contar con las medidas sanitarias estipuladas, según comentan fuentes de Sanidad a este periódico.
Muchas familias murcianas siguen con inquietud las noticias que están apareciendo en los medios sobre el brote en este colegio mayor valenciano, que cuenta con 650 residentes y donde los estudiantes murcianos son los segundos en número después de los alicantinos (en cursos anteriores rondaban los noventa).
El Galileo Galilei ha cancelado la celebración de fiestas en el recinto durante la pandemia tras haber organizado todos los años varias para sus estudiantes, según Picasarri. No obstante, el director comenta que en el mes de septiembre se siguieron realizando reuniones lúdicas en las habitaciones donde la única registrada fue la acontecida el sábado en el ático.
Ante estas situaciones y durante sus rondas de vigilancia, los guardas de la residencia avisan a los alumnos y alumnas de que se debe detener la actividad, ya que sino se pasará a contactar con la Policia Nacional. Esta decisión tomada desde la dirección reside en que es "muy complicado" gestionar contextos en los que se hace caso omiso a la advertencia dado que, por ejemplo, la expulsión no está contemplada como opción al contar con gente joven proveniente de fuera de la capital del Turia, tal y como explica Picasarri
De esta manera, durante estos últimos días la Policia Nacional ha estado acudiendo al recinto varias veces a pesar de la intensificación de la seguridad a partir de los jueves, según especifica el director. Una de sus visitas se dio el pasado sábado tras el traslado a una habitación de la fiesta del ático, la cual fue disuelta por los propios guardas del Galileo.
La realización de estas actividades de ocio en el colegio mayor pone en duda el nivel de propagación de contagio después de la confirmación de los trece positivos en sus instalaciones. Por esta razón, 697 personas -entre residente y personal de la UPV- se sometieron este viernes a la realización de pruebas PCR en un puesto de recogida de muestras establecido en el pabellón de deportes de la Universitat Politècnica de València y cuyos resultados se conocerán el lunes, según afirman fuentes de Sanidad. "El problema radica en que los jóvenes tienen muchos contactos, por lo que lo más fácil ha sido realizar cuanto antes las pruebas", asegura Vicente Picasarri.
Los alumnos acudieron a las pruebas por turnos en función de su planta de alojamiento en la residencia, por lo que comenzaron los de la primera a las 10:30 h, según expuso a este diario un miembro de seguridad presente el cribado hecho en la UPV. Asimismo, también subrayó que la jornada se realizó de manera "correcta" y que los alumnos entraban por un puerta y salían por otra desde la cual volvían al colegio mayor.
Los universitarios alojados en el Galileo deben quedarse confinados en la residencia hasta conocer el resultado de las PCR, un hecho que firmaron todos en una declaración responsable que tuvieron que entregar en el momento de hacerse la prueba. Por su parte, los contagiados y sus contactos directos ya guardan cuarentena en sus respectivas habitaciones desde la confirmación.
Durante estos días, la residencia informa a este periódico que ofrecerá el servicio de comedor gratis a los estudiantes que acudirán al comedor por turnos, mientras que a los confinados se les llevará directamente las tres comidas a la habitación. Desde el centro, se busca tranquilizar a los padres asegurando que el colegio cuenta con la seguridad reforzada, al igual que con un doctor que pasa de manera diaria, según explica el director.
"Se está criminalizando a los estudiantes y al centro pues el foco está puesto ahora mismo aquí. No obstante, el Galileo no es la primera residencia en la que pasa esto y, seguramente, no será la última", resalta Picasarri.